El Gobierno celebra la aprobación de la ley Bases en el Senado como un respaldo a su plan económico, liderado por el presidente Javier Milei. Se espera que la economía entre en una etapa de crecimiento, aunque se continúa con el ajuste del gasto. A pesar de una reacción inicial positiva en los mercados, la euforia se desvaneció rápidamente. Los dólares paralelos aumentaron y el riesgo país superó los 1.400 puntos. Las acciones en el mercado local registraron un aumento durante la semana laboral, pero cayeron significativamente en los mercados extranjeros, al igual que los bonos.
El escenario está bajo la lupa de los economistas y analistas de la city, que alertan sobre la brecha entre el dólar y el peso, mientras el FMI sostiene que la devaluación debería acelerarse a un ritmo mayor que el 2% mensual que estableció el Banco Central con el “crawling peg”. A su vez, esgrimen alertas sobre un estancamiento del descenso de la inflación, el nivel de las reservas y la sostenibilidad del superávit que viene logrando el Gobierno en sus primeros 6 meses.
En las últimas horas el ministro de Economía, Luis Caputo, salió determinante en busca de apagar las especulaciones del mercado. En un extenso mensaje en X sentenció: “No hay ninguna devaluación prevista. El 80/20 se mantiene y el Fondo NO tiene problema con esto (está en el comunicado porque viene de antes cuando estimábamos que le ley podía pasar en marzo). El crawl de 2 pct se mantiene también. Aún no hemos iniciado las negociaciones del próximo acuerdo con el Fondo, con el cual mantenemos una muy buena relación”. Acusó a un sector de la prensa de inventar y fabular.
El Gobierno tuvo cinco grandes logros para festejar: la ley Bases; el aval del FMI en la octava revisión –y camino a negociar un nuevo acuerdo; la renovación del swap con China; el traspaso de $13,9 billones de Leliqs/Pases a Lecaps; y el dato inflación de mayo que fue el más bajo desde enero de 2022. Y aun así la reacción del mercado fue más moderada de lo que se esperaba cuando en la previa los “lobos” se relamían.
“Se puede pensar que se trata de una histéresis de mercado. O, como nosotros, que los precios reflejan el valor presente de varios mensajes que tienen impactos distribuidos en el tiempo. Hay varias señales encapsuladas en cada curva. A riesgo de sobresimplificar, lo que vemos es que los precios dicen: que la perspectiva del sector privado mejora, que el beneficio para la solvencia del sector público es innegable pero todavía no es del todo claro cómo se generarán los dólares para pagar la deuda, y que haber postergado la salida del cepo/profundizado la estrategia de licuación desde esos niveles no fue gratis”, argumentan desde Consultatio en el informe que circuló por las mesas de dinero.
“El quinto superávit fiscal consecutivo y una inflación bastante debajo de 5% le dan algunos pergaminos importantes al gobierno. Aunque a ritmo lento la actividad parece empezar un sendero de recuperación. En el camino de esas buenas noticias se cruza la discusión sobre si hay o no atraso cambiario. Es una pregunta que tiene mil respuestas posibles y muchas de ellas con justificaciones consistentes”, indicó un paper de la consultora Econviews, del influyente Miguel Kiguel. Y alertó: “Independientemente de si hay atraso o no, comienza a haber tensiones en el sector externo, y que el contexto internacional no ayuda. Es un problema que se empieza a notar, aunque no uno fulminante a mediados de junio de 2024”.
Dólar, la brecha y el cepo cambiario
Las consultoras coinciden en que el Gobierno deberá tarde o temprano dejar correr el dólar. Mayormente se inclinan a calcular que el atraso cambiario es cercano al 30%. Es decir, no menos de unos $1.150 debería valer cada billete verde.
La clave está en el cepo cambiario que, aunque las condiciones para liberarlo están más cerca, aún no parece ser el momento. Más allá del saneamiento del balance del BCRA, la otra condición es la reducción de la brecha, que para los analistas es difícil que vuelva a mínimos de 20% en el corto plazo. También ven en eso un lastre para la desinflación.
Otro tema sensible es el impuesto PAIS, que se aplica sobre la compra de dólares en el mercado oficial. El Gobierno promete que será el próximo tributo a eliminar, y según se anticipó debería bajar 10 puntos -de 17,5% al 7,5%- tras la sanción de la ley Bases. El problema es que explica gran parte de la recaudación y, por ende, del superávit.
La actual gestión se enfrenta a un problema que es a su vez interno y externo: mientras Milei, Caputo, y el titular del BCRA, Santiago Bausili, se sientan sobre el precio del dólar, en el mundo la divisa se fortalece. A su vez, el real se debilita. Argentina se encarece en dólares, mientras la actividad no repunta. Empresas difunden compromisos millonarios a la espera de que el Congreso avale el Régimen de Incentivo a las Grande Inversiones (RIGI). Por ahora, solo promesas.
Otro problema que ven en la consultora es el precio de las commodities agropecuarias. La soja ya está debajo de u$s420 la tonelada. Los precios del trigo también cayeron fuertemente y el maíz algo menos. No son malos precios, pero menguan la entrada de divisas vía exportación. Esto, además, en el contexto de lenta liquidación de los agroexportadores que guarda la cosecha a la espera de mejores precios y lo que ocurra con el Dólar Blend (80% oficial y 20% MEP), que ahora Caputo ratificó.
“En el plano local también aparecen algunos nubarrones. Los dólares paralelos se escaparon cuando el Banco Central bajó mucho la tasa de interés y había dudas sobre la aprobación de la Ley de Bases, y no bajaron significativamente una vez que la ley se aprobó. El spread cambiario está por encima del 40%, un valor preocupante”, dice Econviews.
Las reservas del BCRA
El dato que dejó la última semana es que el BCRA debió vender el volumen más alto de dólares en un día desde que comenzó la gestión actual. Fueron u$s156 millones. Más allá de que hasta ahora la estrategia de la entidad resultó positiva en cuanto a la acumulación de reservas, las últimas semanas sembraron dudas.
Según Consultatio, “la ralentización en el ritmo de compra de reservas en el mejor trimestre del año abre dudas que hasta hace poco no estaban. Y la determinación con la que los funcionarios defienden, todavía hoy, el cepo, contradiciendo lo acordado con el FMI también. Ahí hay una deuda pendiente”.
