Mariano Ponce, secretario de Niñez, Adolescencia y Familia de la Provincia, advierte sobre los desafíos de proteger a los más vulnerables.
En Tierra del Fuego, la situación de vulnerabilidad de muchos niños y adolescentes se ha visto intensificada por la crisis económica que atraviesa el país. Esta coyuntura no solo afecta a los adultos, sino que también impacta de manera directa en la vida de los más jóvenes, quienes enfrentan desafíos adicionales por su condición de dependencia y desarrollo. Mariano Ponce, secretario de Niñez, Adolescencia y Familia de la Provincia, «Es un momento particular porque si bien el organismo de protección viene existiendo en pos de garantizar derechos de las infancias y adolescencias, este contexto afecta directamente la vida y la cotidianidad de los niños y adolescentes», señaló Ponce en FM La Isla. La crisis económica ha generado un agravamiento de problemas preexistentes, como la inestabilidad laboral de los adultos, lo cual repercute en la dinámica familiar y
Una de las mayores preocupaciones de Ponce es la provisión de cuidados. «La provisión de los cuidados está en jaque, porque quienes garantizan esos cuidados en la crianza, en el barrio, en las escuelas, muchas veces se ven superados por la situación», advirtió. Esto puede llevar a situaciones donde los niños quedan expuestos a riesgos y falta de atención, especialmente cuando los adultos responsables no pueden cumplir con su rol de protección debido a las difíciles situaciones económicas que atraviesan.
Además de la crisis económica, otro factor que preocupa es la creciente exposición de niños y adolescentes a la tecnología sin una supervisión adecuada. “La tecnología ha llegado para quedarse, y uno de los desafíos para los adultos es establecer los cuidados necesarios en el marco de la crianza, para que los niños aprendan a manejarse de forma segura en este entorno”, explicó Ponce. Sin embargo, admite que muchas veces las pantallas se convierten en una solución rápida para mantener a los niños entretenidos, lo que puede llevar a una falta de control sobre su uso ya una mayor exposición a situaciones de riesgo.
La situación de los adolescentes también es compleja. “Somos una provincia joven y la construcción de estas adolescencias está en pleno movimiento”, dijo Ponce, haciendo hincapié en la importancia de seguir trabajando en estrategias de cuidado y acompañamiento para este grupo etario. Según el secretario, es fundamental que se continúe desarrollando un marco de contención adecuado que permita a los jóvenes enfrentar las dificultades actuales y avanzar en su proceso de construcción de identidad.
Para enfrentar estos desafíos, Ponce subraya la necesidad de reforzar la prevención y la atención integral a las familias, con el fin de evitar que los problemas se agraven. «Debemos seguir pensando en cómo vamos a cuidar a nuestros niños y adolescentes, no solo cuando se consuma una vulneración, sino anticipándonos a ella.
La crisis económica, la falta de recursos y la creciente exposición tecnológica configuran un panorama preocupante para la infancia y adolescencia en Tierra del Fuego. Las autoridades y la sociedad deben trabajar de manera conjunta para proteger a los más jóvenes y asegurar que sus derechos no se vean vulnerados.