El CEO de YPF, Horacio Marín, presentó en el CERAWeek de Houston la estrategia de la compañía para consolidarse como una empresa dedicada exclusivamente a Vaca Muerta, desinvirtiendo en campos maduros y avanzando en su proyecto de gas natural licuado (GNL). Durante el evento organizado por el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG), Marín detalló los planes de transformación de YPF, que incluyen la venta de activos convencionales, nuevas inversiones en infraestructura y el desarrollo del proyecto Argentina LNG.
Enfoque en Vaca Muerta y desinversión en campos maduros
Marín afirmó que YPF se transformará en una compañía dedicada completamente al no convencional para 2026, con el objetivo de superar en eficiencia a las empresas estadounidenses del sector. «Queremos ser mejores que cualquier compañía del no convencional de Estados Unidos», declaró. Para lograrlo, la empresa está desinvirtiendo en campos convencionales, que según Marín no generan valor, y concentrando sus recursos en Vaca Muerta.
El Plan Andes, lanzado por YPF, incluye la venta de 33 áreas convencionales en distintas cuencas del país. Hasta el momento, algunas áreas ya han sido transferidas, generando ingresos por 130 millones de dólares, mientras que otras están en proceso de negociación. En casos donde los pasivos ambientales superaban los activos, como en Tierra del Fuego, YPF optó por revertir las áreas a las provincias para su relicitación o cederlas directamente a empresas provinciales.
Proyecto de GNL y nuevas inversiones en infraestructura
En relación con el proyecto Argentina LNG, Marín adelantó que se mantuvieron reuniones con dos empresas internacionales interesadas en participar, lo que podría significar un cambio significativo en los planes actuales. La primera fase del proyecto contempla la instalación de dos barcos con una capacidad total de seis millones de toneladas por año (MTPA), con Alemania como principal comprador. En una segunda etapa, se sumarían 10 MTPA adicionales con Shell como socio, y una tercera fase podría alcanzar entre 10 y 14 MTPA.
Además, Marín destacó la incorporación de Chevron y Shell al proyecto VMOS y la habilitación del Duplicar X, una nueva alternativa para ampliar la capacidad de evacuación. También mencionó que se está evaluando una inversión en un sistema de transporte ferroviario para traer arena desde Entre Ríos, debido a problemas de rendimiento detectados en el material proveniente de Río Negro.
Inversiones en Vaca Muerta y objetivos de producción
YPF obtuvo cuatro nuevas concesiones en Neuquén, que requerirán inversiones de 20.000 millones de dólares en 1.050 pozos. El objetivo es alcanzar una producción de 1,5 millones de barriles diarios y 30.000 millones de dólares en exportaciones anuales para 2031. Marín destacó que, antes de su llegada, YPF planeaba reducir las inversiones en Vaca Muerta, pero ahora el enfoque es concentrar todos los recursos en la formación.
Cierre de áreas convencionales y responsabilidad ambiental
El proceso de desinversión en campos convencionales incluye auditorías ambientales y planes de abandono de pozos. Marín explicó que cada nueva empresa que ingrese a operar un área asumirá la responsabilidad de los pozos en actividad, mientras que YPF se hará cargo del abandono de los pozos no operativos. Este enfoque, según Marín, fue heredado de la gestión de José Estenssoro en los años 90.
La operación en campos convencionales generaba pérdidas de cientos de millones de dólares al año, lo que afectaba la capacidad de inversión en Vaca Muerta. «Mi objetivo es que en 2026 YPF sea una empresa no convencional, resiliente y con un lifting cost de 4,2 dólares por barril», concluyó Marín.
Con esta estrategia, YPF busca posicionarse como una empresa líder en la producción no convencional, enfocada en la eficiencia y la competitividad global.