El Gobierno argentino avanza en negociaciones con el FMI después de la aprobación del DNU

El Gobierno argentino avanza en negociaciones con el FMI después de la aprobación del DNU

Tras el visto bueno de la Cámara de Diputados, el Ejecutivo espera señales del organismo internacional para concretar un acuerdo que podría alcanzar los 20.000 millones de dólares. La reunión clave se realizaría la próxima semana, aunque la aprobación formal del directorio del FMI no llegaría antes de mediados de abril.

El Gobierno argentino recibió un espaldarazo clave esta semana para avanzar en un nuevo endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), luego de que la Cámara de Diputados diera su aprobación para iniciar las tratativas. Ahora, la administración de Javier Milei aguarda nuevas señales por parte del organismo multilateral, en medio de un contexto económico complejo y con el mercado expectante ante una posible devaluación del peso.

Según información difundida este viernes por la agencia Bloomberg, el FMI analizaría la próxima semana los detalles del nuevo préstamo con Argentina, en una reunión informal previa al encuentro oficial del directorio, que tendría lugar recién a mediados de abril. De acuerdo con las versiones que circulan, el acuerdo en discusión alcanzaría los 20.000 millones de dólares y se extendería por un plazo de cuatro años.

Consultados sobre las próximas reuniones vinculadas al caso argentino y sobre si este monto estaría separado del refinanciamiento de los créditos otorgados en 2018 durante la gestión de Mauricio Macri, voceros del Fondo optaron por no brindar detalles adicionales. «No tenemos nada que añadir a lo que dijo nuestra portavoz en su última rueda de prensa», señalaron de manera escueta.

Por su parte, el presidente Javier Milei afirmó que el acuerdo estaría cerrado para «mediados de abril». Para el Gobierno, acelerar las negociaciones y mostrar avances es una estrategia clave para «calmar al mercado», que ya anticipa una devaluación del peso, ya sea de manera gradual o abrupta. Esta expectativa ha llevado a muchos inversores a desarmar posiciones en moneda local y refugiarse en dólares para proteger sus capitales.

Un giro inesperado

La situación actual contrasta con las críticas que el propio Milei lanzó en 2018, cuando cuestionó el acuerdo récord de 44.000 millones de dólares que el Gobierno de Macri firmó con el FMI. En aquel momento, el ahora presidente se preguntaba: «Si estamos tan bien, ¿por qué ir al FMI?». Hoy, sin embargo, las justificaciones de su administración no distan demasiado de las esgrimidas por el macrismo.

El Ejecutivo vuelve a recurrir al endeudamiento con el FMI después de que fracasaran todas las alternativas para obtener divisas. Los dólares obtenidos el año pasado a través del blanqueo de capitales, la buena cosecha y la caída de las importaciones debido a la crisis económica se agotaron rápidamente. Ahora, el mercado comienza a «oler sangre» y presiona por una devaluación, un escenario que el Gobierno busca evitar a toda costa, especialmente en un año electoral.

Los desafíos del acuerdo

Uno de los mayores interrogantes es cómo funcionará el crédito del FMI en la práctica. Si el organismo no permite que los fondos se utilicen para sostener el tipo de cambio, la situación podría volverse similar a la actual en poco tiempo. Incluso si los dólares se destinan a controlar la cotización del billete verde, sin un cambio estructural en el modelo económico, los problemas de fondo persistirán.

Lo más probable es que el Gobierno opte por una devaluación y utilice parte del préstamo para dar la impresión de control sobre la nueva situación. Sin embargo, queda por definir el momento adecuado para esta medida: ¿antes o después de las elecciones?

Próximos pasos

De acuerdo con Bloomberg, se espera que el equipo técnico del FMI y el directorio ejecutivo se reúnan en Washington en los próximos días, posiblemente el martes. Este encuentro permitiría avanzar en la definición del monto del nuevo acuerdo, que se estima en unos 15.000 millones de derechos especiales de giro (DEG), equivalentes a aproximadamente 20.000 millones de dólares.

El siguiente paso sería la firma de un acuerdo técnico, que luego deberá ser sometido a la aprobación formal del directorio del organismo multilateral. Mientras tanto, el Gobierno argentino sigue apostando a cerrar las negociaciones lo antes posible para tranquilizar a los mercados y ganar tiempo en un escenario económico cada vez más desafiante.

Conclusión:

El nuevo préstamo con el FMI representa una apuesta arriesgada para el Gobierno de Milei, que busca estabilizar la economía en un contexto de alta inflación y presión cambiaria. Sin embargo, las dudas sobre la efectividad del acuerdo y su impacto a largo plazo siguen siendo un tema de debate entre analistas y actores del mercado.

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