Tras la Caída en el Superclásico: Gago Bajo la Lupa en Boca

Tras la Caída en el Superclásico: Gago Bajo la Lupa en Boca

La derrota ante River no solo dejó heridas en el ánimo de la hinchada, sino también cuestionamientos internos hacia el entrenador. El Consejo de Fútbol espera gestos de autocrítica, mientras crece la incertidumbre sobre su continuidad.

Dolió, y mucho. No fue solo el revés en el clásico lo que golpeó el espíritu de los seguidores de Boca, sino las circunstancias que rodearon el 1-2 en el Monumental. Con el equipo liderando la tabla y a semanas de definir el título, el desempeño del Xeneize dejó más dudas que certezas, y Fernando Gago quedó en el centro de las críticas, tanto por su estrategia como por su lectura del partido.

El ambiente al abandonar el estadio fue de silencio y tensión. Ni los futbolistas ni el cuerpo técnico se detuvieron a dar declaraciones, mientras que los miembros del Consejo de Fútbol—Raúl Cascini, Marcelo Delgado y Mauricio Serna—evitaron cualquier contacto con la prensa. La única voz que se escuchó fue la del propio Gago, cuya conferencia de poco más de seis minutos no logró convencer a nadie.

Un análisis que no cerró
Las explicaciones del técnico fueron recibidas con escepticismo, tanto afuera como dentro del club. En privado, en el predio de Ezeiza, molestó la falta de autocrítica respecto a un esquema que fracasó en todos los frentes. Este partido se sumó a una lista de ocasiones en las que Boca, bajo su dirección, quedó lejos de responder a las expectativas en encuentros clave.

La reunión clave y lo que espera el Consejo
Este martes, como es habitual tras cada compromiso, habrá un encuentro entre Gago y los referentes del Consejo. Sin embargo, esta vez habrá un tono distinto: esperan que el entrenador reconozca los errores tácticos y evalúe ciertas decisiones polémicas, como la alineación con cinco defensores o la exclusión de jugadores que podrían haber aportado más.

Además, su evaluación pública del partido generó descontento. Según pudo confirmarse, dentro del club no compartieron su mirada positiva sobre el rendimiento del equipo, lo que abre un nuevo frente de discusión. Si en privado insiste en esa postura, la situación podría escalar.

¿Hasta cuándo?
Por ahora, Gago seguirá al mando, pero hay una advertencia implícita: debe demostrar un cambio inmediato para mantenerse en el banco frente a Tigre. La preocupación es clara: si Boca no levanta su nivel, será complicado asegurar el título del Apertura, más aún considerando que no ha ganado ningún partido relevante en los últimos seis meses. Y, peor aún, el Mundial de Clubes se asoma como otro desafío que exige respuestas.

Mientras tanto, la paciencia de la dirigencia parece agotarse. La «calma tensa» que se vivió desde el duelo con Alianza Lima hasta ahora podría romperse si no hay reacción. Y esta vez, el presidente Juan Román Riquelme—ausente en el Monumental—no descarta tomar medidas drásticas.

El reloj corre para Gago. El equipo necesita un giro urgente, y las palabras ya no bastan.

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