Gallardo y el Nuevo Karma de River: Ganó por penales ante Unión por la Copa Argentina

Gallardo y el Nuevo Karma de River: Ganó por penales ante Unión por la Copa Argentina

El entrenador celebró la victoria ante Unión pero fue contundente en su autocrítica: calificó al equipo con un cinco sobre diez y enfatizó la necesidad imperiosa de mejorar de cara al cruce clave con Palmeiras en la Libertadores.

En el mundo riverplatense se respira una atmósfera novedosa. La consecución de dos triunfos en lanzamientos penales en un lapso brevísimo ha quebrado una supuesta maldición histórica, instalando una energía distinta que el propio Marcelo Gallardo reconoció como una “experiencia nueva”. Sin embargo, lejos de la complacencia, el estratega dibujó un diagnóstico lúcido y exigente del presente de su squadra, al que ubicó en una delicada frontera entre lo aceptable y lo insuficiente.

Tras eliminar a Unión de Santa Fe de la Copa Argentina desde los doce pasos, El Muñeco se mostró satisfecho por haber sabido “sufrir y ganar estas definiciones”, un terreno donde el club no solía sentirse cómodo. Destacó especialmente la transformación del guardameta Franco Armani, quien emerge como un héroe en esta nueva faceta, alejándose de una injusta adjudicación de culpas pasadas. Este cambio de mentalidad, para Gallardo, tiene un valor incalculable en el fútbol moderno, donde la paridad es la norma.

No obstante, el festejo por la clasificación fue el prólogo de una profunda y honesta introspección. Con la vara de la excelencia siempre en alto, el técnico sentenció: “Si hoy tengo que darle un puntaje al equipo, estamos cinco puntos”. Esta calificación, en la barrera del aprobado, no la interpreta como un fracaso, sino como el reflejo de un enorme margen de progreso y una motivación para explotar el potencial de una plantilla que, sabe, puede rendir a un nivel muy superior. Aclaró que ese raspado “alcanza para no perder” y mantenerse invicto en los tres frentes de acción, pero es consciente de que para sobrevivir al embate de Palmeiras en los cuartos de final de la Copa Libertadores se necesitará un salto cualitativo en todos los órdenes.

Con un tono optimista pero realista, Gallardo se refirió al inminente desafío continental. Frente a la inquietud de la hinchada, lanzó una frase contundente: “Ellos no quieren jugar contra nosotros”. Su entusiasmo se basa en la recuperación paulatina de jugadores lesionados y en la fe depositada en sus figuras. Mencionó el entendimiento entre Salas y Driussi, y el talento único de Juan Fernando Quintero, aunque fue claro al pedirle más: “Nos da pinceladas que no se ven en el fútbol argentino, pero tiene que estar mejor”. Subrayó que la clave reside en desarrollar una impronta distinta para desequilibrar cuando el juego no fluye, ahí donde la jerarquía individual marca la diferencia.

El camino hacia el examen ante el Verdao ya está en marcha. Gallardo adelantó que la preparación no será solo física y táctica, sino, y sobre todo, mental. “La preparación mental tiene que elevarse para estar presente en ese partido”, afirmó, anunciando que aprovecharán cada minuto de trabajo hasta el cruce. Finalmente, en un mensaje que revela su idiosincrasia, se refirió a la presión externa: “Si me exigen, es por algo. La exigencia me atrae, me entusiasma y me hace no quedarme quieto”. Es la filosofía de un líder que, incluso en la victoria, solo ve el camino de mejora que queda por delante.

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