La selección altiplánica venció a Brasil con un penal discutido y se benefició de la goleada de Colombia sobre Venezuela, accediendo así a la instancia definitoria para el Mundial de 2026. Una jornada dramática que combinó emoción local, resultados inesperados y el adiós de otras selecciones.
En una tarde cargada de dramatismo, giros inesperados y controversia, Bolivia selló su pase al repechaje mundialista tras una victoria agónica por 1-0 sobre Brasil en el estadio de El Alto, un resultado que cobró verdadero significado gracias al descalabro simultáneo de Venezuela ante Colombia. El combinado vinotinto, que llegaba con ventaja, sucumbió con un estruendoso 6-3 en Maturín, desatando la euforia en el altiplano boliviano.
La narración de la última fecha de las eliminatorias sudamericanas bien podría extraerse de un guion de alto suspense. Mientras en Venezuela todo parecía encaminado hacia el sueño del primer Mundial –llegaron a ganar 2-1 en los primeros doce minutos–, en Bolivia la esperanza era escasa. Sin embargo, el partido clave experimentó un vuelco catastrófico para los locales. Luis Suárez, con cuatro anotaciones, despedazó a la Vinotinto y convirtió el encuentro en una auténtica pesadilla.
El momento crucial para la Verde se gestó con un penal de dudosa apariencia, concedido tras la intervención del VAR y ejecutado con precisión por Miguel Terceros. Aquel tanto, aún en el primer tiempo, colocó provisionalmente a Bolivia en la codiciada séptima posición. Desde entonces, el partido ante un Brasil que incluyó a varias de sus figuras se transformó en una resistencia épica. El arquero Carlos Lampe, exjugador de Boca Juniors, se erigió como el héroe local al contener los ataques canarinha y custodiar el resultado que mantiene viva la ilusión de un país que no pisa una Copa del Mundo desde 1994.
El nuevo formato del repechaje y otros detalles de la jornada
El camino no termina aquí para Bolivia. El repechaje, programado para marzo de 2025, adoptará un formato inédito. Se disputará en México con la participación de seis equipos, distribuidos en dos grupos de tres. El mejor clasificado de cada llave según el ranking FIFA accederá directamente a la final, mientras que los otros dos disputarán una semifinal. Los dos vencedores de esas finales obtendrán el boleto al Mundial. Junto a Bolivia y Nueva Caledonia, clasificada por Oceanía, estarán representantes de África, Asia y dos de la Concacaf.
Mientras Bolivia celebra, otras selecciones cierran ciclos. En Santiago, un duelo sin trascendencia deportiva entre Chile y Uruguay tuvo como principal protagonista a Marcelo Bielsa, homenajeado con emoción por la afición local catorce años después de su partida. El empate sin goles contrastó con el ambiente de despedida y agradecimiento hacia el técnico argentino. De manera similar, Perú, ya eliminado, cayó 1-0 ante Paraguay en Lima, en un partido que podría marcar el final de una generación de futbolistas peruanos.