Crisis Cambiaria: El Dólar Rompe Todas las Barreras y el BCRA Quema Reservas en un Intento Fallido

Crisis Cambiaria: El Dólar Rompe Todas las Barreras y el BCRA Quema Reservas en un Intento Fallido

La moneda estadounidense se disparó y superó el límite de la banda de flotación, forzando al organismo a vender 53 millones de dólares. En un contexto de derrumbe financiero y con la inflación mayorista acechando, la autoridad monetaria lucha por contener una corrida que parece imparables.

El Mercado Cambiario Entra en Zona de Peligro y el Central Actúa con Contundencia

La frágil estabilidad del mercado cambiario se quebró este miércoles de manera estrepitosa. El dólar mayorista no sólo perforó el techo de la banda cambiaria establecida por el Banco Central, sino que obligó a la entidad a realizar una intervención directa y vender 53 millones de dólares de sus ya menguadas reservas internacionales en un esfuerzo por detener una huida hacia la divisa norteamericana.

La cotización mayorista cerró la jornada en 1474,50 pesos, marcando un incremento de 5,50 pesos en el día y una suba acumulada de 21,50 pesos en apenas setenta y dos horas. Esta escalada fulminante dejó en evidencia la debilidad de las herramientas del organismo monetario y sumió al sector financiero en una profunda incertidumbre. La presión no se circunscribió al mercado oficial; otras variantes financieras de la moneda, como el contado con liquidación, ya operan cómodamente por encima de la barrera psicológica de los 1500 pesos, anticipando una brecha cambiaria aún más amplia.

Las operaciones del BCRA no se limitaron al mercado spot. En un movimiento destinado a apaciguar las expectativas a futuro sin impactar de lleno en la cotización inmediata, la autoridad monetaria se mostró sumamente activa en el mercado de futuros, donde se negociaron contratos por un volumen equivalente a 801 millones de dólares, concentrando sus esfuerzos en posiciones que vencen a fines de este mes y se extienden hasta mediados de 2026.

La mañana estuvo teñida de confusión y rumores. Una orden de venta temprana por 10 millones de dólares a la cotización exacta del techo generó especulaciones sobre una intervención anticipada. No obstante, se confirmó que se trató de una operación privada entre entidades bancarias. Horas más tarde, el Central hizo su aparición con ventas que, según estimaron operadores calificados, rondaron los 40 millones de dólares, una cifra que se ajustó al cierre a los 53 millones oficiales.

El pánico cambiario se contagió a todos los frentes. El dólar blue se disparó hasta los 1490 pesos, mientras que la cotización minorista en el Banco Nación trepó a 1485 pesos para la venta. Los dólares financieros también exhibieron fuertes alzas: el Contado con Liquidación (CCL) finalizó en 1492,30 pesos, el MEP en 1481,37 pesos y el dólar cripto se ubicó en 1508,78 pesos.

El Derrumbe de los Activos y la Sombra de la Inflación

La decisión del Banco Central de utilizar reservas para defender el tipo de cambio alteró por completo el ánimo de los inversores, quienes desplazaron su atención hacia la crítica situación de las reservas netas y la sostenibilidad de la deuda. Los bonos soberanos en dólares volvieron a desplomarse con fuerza en las plaza de Nueva York; el Global 2041 y el Global 2046 cedieron hasta un 2,3%, mientras que el Bonar 2030 retrocedió un 1,5%. Este escenario de ventas generalizadas mantuvo al riesgo país firme por encima de los 1200 puntos básicos, un nivel que aleja cualquier posibilidad de acceso al financiamiento internacional y agudiza la presión sobre los activos locales.

Los papeles argentinos cotizados en el exterior también sufrieron el cimbronazo. Los ADRs cerraron con fuertes pérdidas, lideradas por empresas del sector energético como Edenor, Central Puerto y Pampa Energía, junto a Loma Negra y Telecom, todas con caídas superiores al 2%. En el ámbito local, el índice S&P Merval cayó un 0,3% en pesos y se derrumbó más de un 1,5% medido en dólares, evidenciando la fuga hacia refugios seguros.

Para agravar aún más el panorama, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) encendió otra alarma al reportar que los precios mayoristas dieron un salto del 3,1% durante agosto. Analistas coinciden en que el efecto pass-through o traslado de la devaluación a los precios internos comienza a manifestarse con mayor intensidad, recalentando la ya elevada inflación y complicando el ya complejo panorama para el equipo económico.

La ruptura del techo cambiario y la consecuente quema de reservas potencian un círculo vicioso de extrema peligrosidad: el dólar se acelera, las reservas se agotan, los bonos se hunden, el riesgo país se dispara y la inflación se recalienta. El Gobierno se encuentra ante la urgente necesidad de calmar los ánimos en el cortísimo plazo, aunque por el momento, todas sus acciones parecen insuficientes para detener la tormenta perfecta que se cierne sobre la economía.

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