En un partido de altibajos, el equipo nacional se impuso con claridad, superando un contencioso fallo arbitral inicial y un desliz defensivo, para cerrar la noche con una goleada que ilusiona.
En un encuentro vibrante, la Selección Argentina debutó con un triunfo contundente que dejó más que satisfecha a su afición. El combinado nacional demostró desde el inicio una clara intención de dominar las acciones, aunque el partido se vio teñido por una polémica en sus compases iniciales. El delantero Alejo Sarco, con una hábil anticipación, arrebató el esférico a Sebastian Esposito para luego encarar con velocidad hacia la portería rival. Ante la imponente figura del guardameta Steven Hall, el atacante mantuvo la sangre fría y ejecutó un preciso remate por debajo del cuerpo del cancerbero, desatando la euforia de sus compañeros. No obstante, el júbilo se vería interrumpido de inmediato por el árbitro español José María Sánchez Santos, quien invalidó la anotación al considerar que existió una presunta infracción del futbolista argentino sobre su marcador australiano.
La tecnología jugó un papel crucial para despejar las dudas. El colegiado se dirigió a la sala del VAR para revisar la jugada y, tras un meticuloso análisis, revirtió su propia decisión al no hallar evidencia de falta alguna. De este modo, el tanto del ex Vélez fue debidamente convalidado, otorgándole a Argentina una ventaja que reflejaba su clara superioridad en el terreno de juego. Transcurridos apenas veinticinco minutos, el equipo de Diego Placente no solo manejaba con soltura las riendas del partido, sino que se percibía más próximo a ampliar la diferencia que su rival de acercarse al empate.
Con un dominio absoluto del balón, los dirigidos por Placente tejían sus jugadas con paciencia y precisión, mientras que los Socceroos buscaban refugio en la estrategia de los balones parados para inquietar a la defensa albiceleste. La persistencia argentina se vería recompensada justo antes del descanso. Tras un servicio al área, el esférico rebotó de manera favorable para el delantero Maher Carrizo, quien, desde la banda derecha, filtró un pase magistral al corazón del área. Allí apareció el mediocampista Tomás Pérez para, con un testarazo imparable, batir nuevamente a Hall y sentenciar el primer tiempo con un contundente 2-0.
La segunda etapa transcurría bajo el mismo guion, aunque un lamentable error del arquero Santino Barbi introdujo un momento de incertidumbre. El guardameta cometió un desacierto al aventurarse fuera de su área con la intención de despejar, falló en su intento y dejó la portería completamente desguarnecida. Daniel Bennie, alerta ante el regalo, no tuvo más que empujar el balón hacia las redes, estableciendo el descuento para Australia y reavivando unas esperanzas que parecían extinguidas.
Sin embargo, la tranquilidad regresó para el cuadro nacional en el tramo final del compromiso, sellando la victoria con dos golpes de autoridad. A pocos minutos del silbatazo final, el volante Milton Delgado proyectó su carrera por la banda derecha y colocó un pase hacia atrás que fue rematado con acierto por Subiabre para firmar el 3-1. El broche de oro llegaría tan solo cinco minutos más tarde, de la mano de un verdadero golazo. El mediocampista Santino Andino, con una magistral jugada individual, recortó desde la izquierda hacia el centro y, ya dentro del área, disparó un zurdazo cruzado que se clavó en el ángulo superior de la portería, dejando sin opciones a un impasible Steven Hall y decretando el 4-1 definitivo.
Al término del partido, el estratega Diego Placente valoró el esfuerzo del rival y miró hacia el futuro. «Australia tiene un buen funcionamiento y ganarle fue difícil. Cuando pasen los partidos vamos a ir mejorando aún más», explicó el director técnico. Además, en alusión al próximo desafío, sentenció: «El partido con Italia lo afrontamos con seriedad, más allá de estar clasificados. Si decidimos hacer variantes para darle descanso a algunos futbolistas, no tengo duda que los que ingresen se esforzarán para estar al mismo nivel».
