La aclaración del Secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, modifica los términos del posible apoyo financiero y genera incertidumbre en los mercados, con una inmediata repercusión en la cotización de los bonos soberanos.
En un giro significativo que altera las previsiones iniciales, el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, se vio obligado a realizar una precisión fundamental: la administración norteamericana no concederá un préstamo directo al gobierno de Javier Milei. Esta opción, que en un principio se había contemplado, ha sido formalmente descartada. El alto funcionario manifestó que, de concretarse un acuerdo, se dispondría una línea de swap, un instrumento financiero distinto que no implica un desembolso inmediato de fondos.
Durante una entrevista concedida al canal de noticias CNBC, Bessent fue categórico al afirmar en inglés: «We are giving them a swap line. We are not putting money into Argentina». Esta declaración, traducida al español, deja en claro que no existirá una inyección monetaria directa para las arcas argentinas, sino que se negocia un canje de divisas, modificando sustancialmente las condiciones que se habían esbozado con anterioridad.
Previo a esta entrevista, el funcionario había recurrido a sus redes sociales en un intento por transmitir certidumbre horas antes de la apertura del mercado local. Bessent insistió en que se encuentra preparado “para hacer lo necesario” con el objetivo de estabilizar la economía nacional. No obstante, la posterior aclaración sobre la naturaleza del apoyo opacó el optimismo inicial. El anuncio había generado una efímera suba en los bonos soberanos cotizados en Nueva York, pero la revelación de que no habrá un préstamo directo impactó de lleno en los títulos, que comenzaron a operar en terreno negativo.
Las declaraciones del Secretario empañan el horizonte para la administración de Milei y se producen en un marco de intensas presiones internas para el gobierno republicano. Tan recientemente como el martes, un grupo de senadores estadounidenses instó al presidente Donald Trump a desestimar cualquier plan de rescate financiero destinado a Argentina. Estos legisladores hicieron eco del reclamo de los productores agropecuarios de su país, quienes manifestaron su descontento por la eliminación de las retenciones al campo argentino, una medida que le permitió al Gobierno nacional acumular una porción de divisas.
En paralelo, Brad Setser, quien se desempeñó como funcionario del Tesoro durante el mandato de Barack Obama y actualmente es miembro del Consejo de Relaciones Internacionales, publicó un análisis en el prestigioso portal Financial Times donde encendió una luz de alerta. Setser advirtió que un swap de 20.000 millones de dólares para Argentina agotaría el 72% de los recursos del Fondo de Estabilización Cambiaria (ESF) del gobierno norteamericano. Según el último registro oficial, dicho instrumento cuenta con 27.000 millones de dólares en títulos del Tesoro y monedas extranjeras.
En un nuevo intento por aquietar los ánimos en el mercado cambiario, Bessent volvió a publicar en su cuenta de X. “El Tesoro de los Estados Unidos está totalmente preparado para hacer lo que sea necesario y continuaremos observando de cerca los acontecimientos”, escribió. Reveló, además, que mantuvo un encuentro con el ministro de Economía, Luis Caputo, y anunció que una delegación de la cartera económica argentina viajará a Washington en los próximos días para avanzar en las discusiones de manera presencial.
A pesar del respaldo verbal que se reconoce en el mercado, se percibe una palpable crisis de confianza. Las expectativas están puestas en un posible cambio de régimen cambiario, que podría incluir la eliminación de las bandas de flotación y un salto significativo en la cotización del dólar. La tensión fue evidente el miércoles, cuando el Tesoro argentino se vio forzado a vender 400 millones de dólares para contener la cotización de la divisa en el mercado mayorista, en un contexto donde los dólares financieros utilizados por las empresas ya superaban la barrera de los 1.500 pesos.