La Calma Precaria: Reservas Inalteradas en un Mercado Cambiario Bajo Presión

La Calma Precaria: Reservas Inalteradas en un Mercado Cambiario Bajo Presión

Mientras el Banco Central reporta una estabilidad en sus activos internacionales, la intervención estatal se erige como el único dique ante una demanda privada que no cede. Los operadores alertan sobre la sostenibilidad del esquema en un contexto electoral y con un sector exportador que reduce su liquidez.

El nivel de las reservas internacionales del Banco Central se mantuvo sin alteraciones al cierre de la jornada del jueves, anclándose en la suma de 42.231 millones de dólares. Según informó la autoridad monetaria, esta paridad fue el resultado de una compensación entre los desembolsos por obligaciones financieras externas y la revalorización de ciertos activos de la cartera, como el oro y la divisa china, cuyo incremento en las cotizaciones impactó positivamente en el balance.

Sin embargo, esta aparente tranquilidad en el frente macroeconómico contrastó con la dinámica observada en el mercado de divisas. El Tesoro Nacional reinstaló su presencia vendedora desde el comienzo de la rueda mayorista, en una jornada caracterizada por una pronunciada contracción en el monto total transado, que apenas alcanzó los 435,9 millones de dólares, una cifra que representa casi la mitad del volumen registrado al inicio de la semana. Analistas del sector coincidieron en que la cartera pública acaparó la oferta disponible, desprendiéndose de aproximadamente 400 millones de dólares.

“La cotización mayorista inició las operaciones en 1.425 pesos, nivel en el cual el Tesoro fijó un límite infranqueable desde el primer momento mediante una posición vendedora que superó los cien millones de dólares. Siguiendo el patrón de los días recientes, la oferta oficial se incrementó progresivamente a medida que el mercado la iba absorbiendo, consolidándose como el vendedor prácticamente exclusivo de la sesión”, explicó Nicolás Merino, operador de ABC Mercado de Cambios. “El volumen total de negocios fue de 436 millones de dólares, un cuarenta por ciento inferior al de la víspera. La paridad final de cierre se estableció en 1.424,50 pesos”, complementó.

Por su parte, Nicolás Cappella, de IEB, señaló: “La rueda comenzó con la misma dinámica que las anteriores, con el Tesoro vendiendo divisas al precio de 1.425 pesos, erigiendo una barrera de mil millones de dólares y una brecha de cien pesos contra el dólar financiero. No obstante, el volumen operado hoy resultó inferior al de ayer”.

La aparente estabilidad del tipo de cambio mayorista responde directamente al muro de contención que representan las ventas oficiales, según la percepción general entre los agentes del mercado. Gustavo Ber, director del Estudio Ber, advirtió que la continuidad de esta estrategia dependerá del ritmo al que se produzca el drenaje de divisas en el corto plazo. “Ante este escenario, no se descarta que en un futuro próximo podría volver a desafíarse el tope de la banda cambiaria, ubicado alrededor de 1.480 pesos, en el actual contexto político y económico, lo que forzaría al BCRA a realizar ventas directas desde sus reservas”, afirmó.

La tensión de fondo se vincula con la sostenibilidad del modelo en el horizonte postelectoral. “Con la divisa nuevamente flirteando con el límite superior de la banda, las dudas sobre la perdurabilidad del esquema se intensifican de cara a lo que suceda después de los comicios. La prioridad del mercado reside en asegurar el cumplimiento de los pagos de la deuda, por lo que cualquier venta estatal en el mercado cambiario genera inestabilidades. A 24 días de las elecciones, y con una liquidación de exportaciones agropecuarias en retracción, la demanda por cobertura se incrementa”, sintetizó Ignacio Morales, Chief Investments Officer de Wise Capital.

Desde Max Capital se alertó sobre esta creciente tensión cambiaria y el fin del breve período de altas liquidaciones por parte del campo, luego de la eliminación transitoria de retenciones de la semana pasada. La medida, según la firma, proporcionó un alivio momentáneo, pero conlleva consecuencias: un aumento de la deuda indexada al dólar –utilizada para esterilizar los pesos emitidos para la compra de divisas– y un panorama de menores exportaciones por delante. La escasa adquisición de dólares por parte del sector privado se explicó por una demanda muy vigorosa de los individuos, quienes, anticipando que el tipo de cambio generado por la presión vendedora del gobierno sería pasajero, lo visualizaron como una oportunidad transitoria.

Un informe de las cámaras exportadoras de cereales y aceites (CIARA y CEC) aportó un dato crucial para entender el ciclo que se cierra: durante septiembre, las empresas del sector liquidaron 7.107 millones de dólares. Esta cifra implicó un incremento del 187% en comparación con el mismo mes del año anterior y una suba del 291% frente a agosto de 2025, con un acumulado anual que, comparado con 2024, muestra un crecimiento del 35% entre enero y septiembre. Este torrente de divisas, ahora en declive, deja al descubierto la fragilidad de la calma actual.

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