Un escándalo de narcodólares precipita la renuncia de Espert y fractura al gobierno libertario

Un escándalo de narcodólares precipita la renuncia de Espert y fractura al gobierno libertario

Una investigación revela el impacto devastador de los vínculos con el financiamiento dudoso. La gestión de Milei enfrenta su crisis más aguda, con una ciudadanía escéptica y un pesimismo económico que erosiona su base de apoyo a menos de un mes de los comicios.

El panorama político sufrió un vuelco trascendental con la dimisión de José Luis Espert, cuyo prestigio se desplomó de manera irreversible tras conocerse que recibió una suma millonaria de un hombre acusado de narcotráfico en los Estados Unidos. La imputación, que conecta al economista con Fred Machado, funcionó como el detonante final de una carrera ya herida, catapultando su imagen negativa a un setenta por ciento de rechazo entre la ciudadanía.

La sociedad argentina no creyó en las explicaciones. Según el sondeo de la consultora Zuban Córdoba, un abrumador sesenta y ocho por ciento de la población juzgó como inverosímil la justificación de Espert, quien argumentó que los fondos constituían un adelanto por tareas de consultoría. La incredulidad ciudadana se tradujo en una presión concreta: más del sesenta por ciento de los consultados exigía su alejamiento de la contienda electoral. La mancha del narcoescándalo se extendió con rapidez sobre La Libertad Avanza, ya que un setenta y seis por ciento de los argentinos consideró que el episodio dañaba de forma severa al oficialismo.

Frente a este escenario de descontrol y caída libre, la decisión final para cortar de raíz la crisis llegó desde Olivos, aunque las consecuencias políticas ya parecen irreversibles. Analistas de la firma Zuban Córdoba advierten que “el tema se ha transformado en un nuevo cisne negro para el gobierno de Milei, y amenaza con perforar incluso su núcleo duro”. La estabilidad del bloque oficialista se ve así comprometida en un momento crítico.

La encuesta, realizada en la antesala de las elecciones legislativas de octubre, identifica dos factores clave que perjudican gravemente al oficialismo: el caso Espert y la polémica estrategia de buscar el respaldo de la administración de Donald Trump. Este último punto genera un amplio repudio, ya que un sesenta y dos por ciento de la ciudadanía manifiesta sentir un distanciamiento ideológico con los Estados Unidos y con la figura del expresidente republicano. A esto se suma que un sesenta y cuatro por ciento califica el acuerdo anunciado como meramente simbólico, presagiando que la prometida inyección de capital norteamericano nunca se materializará.

En este contexto de desconfianza, la mayoría de los encuestados anticipa un revés electoral para La Libertad Avanza en los comicios de octubre. No obstante, se aclara que, debido a la mecánica de la renovación parlamentaria, el oficialismo lograría incrementar su representación en términos absolutos, aunque sin alcanzar los resultados que alguna vez proyectó.

La erosión de la imagen gubernamental no se limita al escándalo político. El estudio de Zuban Córdoba revela que el pesimismo económico se encuentra en su nivel más álgido. Casi un sesenta por ciento de la población considera altamente improbable que la Argentina pueda honrar sus compromromisos de deuda el próximo año, una muestra del deterioro en la confianza sobre la dirección de la economía.

Este malestar se refleja en una desaprobación constante hacia la gestión del presidente Javier Milei, que actualmente alcanza al sesenta y cuatro por ciento de la ciudadanía. La crítica no ha dejado de crecer desde noviembre del año pasado, cuando el índice de rechazo se situaba doce puntos por debajo. El propio mandatario ha visto empeorar su valoración personal, acumulando hoy un sesenta y tres por ciento de opiniones negativas. Sin embargo, la caída más estrepitosa corresponde a su hermana, Karina Milei, cuyo rechazo escaló hasta un setenta por ciento.

La narrativa oficial que asegura que “lo peor ya pasó” es puesta en tela de juicio por seis de cada diez argentinos, dejando al descubierto un profundo desaliento social. Asimismo, el reciente anuncio del INDEC sobre una reducción en los índices de pobreza es recibido con escepticismo masivo: un sesenta y cuatro por ciento de la población desconfía de la veracidad de esas cifras, consolidando un clima de descreimiento generalizado que define el momento político.

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