Una Alianza en la Encrucijada: Santilli, la Sorpresiva Carta de Milei en Buenos Aires

Una Alianza en la Encrucijada: Santilli, la Sorpresiva Carta de Milei en Buenos Aires

Tras la renuncia de José Luis Espert, la coalición libertaria se enfrenta a un dilema de coherencia política y legal, mientras un antiguo blanco de las críticas del Presidente emerge como su posible candidato estrella.

El giro inesperado en La Libertad Avanza: de las críticas feroces a la alianza de conveniencia

El escándalo que envolvió la candidatura de José Luis Espert no encontró pausa durante el fin de semana. Lo que comenzó con un firme «no me bajo nada» el viernes, se transformó, para la noche del domingo, en un resignado «doy un paso al costado». Con «el profe» fuera de la contienda, el nombre que cobra fuerza para ocupar el primer lugar en la boleta bonaerense de La Libertad Avanza es el de Diego Santilli, una figura del PRO que actualmente se ubica en el tercer puesto de la lista de la alianza. La situación adquiere un tinte de profunda ironía si se recuerdan los calificativos que el propio Presidente Javier Milei le dedicara en 2023: «un horrible candidato», «un engendro» y, de manera más contundente, aseguró que «no hay nadie que diga que no es un corrupto».

El propio Santilli, artífice junto a otros dirigentes de las negociaciones que fusionaron al PRO con el espacio libertario en la provincia, no perdió tiempo en auto-postularse apenas se conoció la agonizante decisión de Espert. A través de su cuenta en la red social X, proclamó: «Voy a dejar el alma para defender el rumbo y frenar a los que quieren que explote el país». Sin embargo, esta apresurada candidatura debe sortear primero un escollo formal: aún no se ha presentado una solicitud oficial ante el juez electoral Ernesto Kreplak para efectuar el cambio, y se debate intensamente si la normativa permite que «el Colo» ascienda al primer lugar, sobrepasando a la actriz y segunda candidata, Karen Reichardt.

Más allá de los debates jurídicos, surge una pregunta de fondo: ¿realmente Milei desea que Santilli sea su abanderado en Buenos Aires? La historia reciente sugiere lo contrario. En julio del año pasado, el ahora Presidente publicó un extenso hilo de mensajes refiriéndose a Santilli como «el candidato de Tik Tok y el boludeo en una provincia gobernada por la inseguridad y los narcos». Esta mención a los «narcos», en el contexto de haber sostenido la candidatura de Espert durante la última semana, configura una retrospectiva cuando menos paradójica.

En esa misma publicación, Milei cuestionaba con sarcasmo «sus negocios» para referirse al sustento económico de Santilli, criticaba la falta de escrutinio público sobre los mismos y sentenciaba: «No hay nadie que no diga que es un corrupto». Lo describió como «el que se pagaba la fiesta de cumpleaños con la tuya» y lo descalificó como la opción que «los medios nos quieren vender como la alternativa para la provincia de Buenos Aires».

Aquellos dichos pertenecen a un Milei pre-presidencial, que dirigía sus dardos contra «la casta» y aún no concretaba el Pacto de Acassuso con Mauricio Macri, una alianza que luego le proveería el respaldo crucial para la segunda vuelta y significaría la incorporación de Patricia Bullrich a su gabinete. Tampoco había ocurrido la fusión con el PRO en Buenos Aires, un acuerdo sellado con la intervención de su hermana Karina Milei, con la ambición de «pintar la provincia de violeta», un sueño que se vio truncado en las elecciones de septiembre.

En ese entonces, el líder libertario recorría los estudios de televisión lanzando durísimas críticas hacia quien hoy es su flamante aliado y potencial candidato principal: «Yo no tengo la culpa si Juntos por el Cargo tiene un pésimo candidato, horrible, como el caso de Santilli que es un engendro». En una entrevista en América 24, incluso había desafiado a los referentes de aquella coalición: «Si Juntos por el Cambio, verdaderamente, están tan preocupados por la provincia de Buenos Aires, que se corran… y que no me roben los votos a mí».

La materialización del voto en duda

Mientras la cúpula delibera, una cuestión práctica se cierne sobre la elección: la Boleta Única de Papel para las más de 40 mil mesas electorales ya se encuentra impresa con los nombres originales. No está claro si el rostro de Santilli podrá figurar en los cuartos oscuros o si, por el contrario, permanecerá inmortalizado el de Espert. La advertencia lanzada por Juan Grabois resonó con fuerza anoche: «No se te ocurra hacerle perder a los argentinos 15.000 millones de pesos para imprimir las boletas de nuevo». El costo de la oportunidad política, tanto en términos económicos como de credibilidad, se ha convertido en el centro de una tormenta que desafía los cimientos de la nueva coalición gobernante.

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