Un Costoso Cambio de Carta: La Libertad Avanza Quiere que el Estado Pague el Precio de su Crisis

Un Costoso Cambio de Carta: La Libertad Avanza Quiere que el Estado Pague el Precio de su Crisis

Tras la renuncia de Espert, la alianza libertaria solicitó reemplazarlo por Santilli y reimprimir millones de boletas, un gasto millonario que pretenden cubrir con fondos públicos. La oposición ya prepara sus objeciones, en un proceso que se anticipa judicializado y con tiempos casi imposibles.

En un giro que conjuga urgencia política y un desprecio absoluto por el erario público, La Libertad Avanza (LLA) presentó ante el juez electoral Alejo Ramos Padilla una solicitud de dimensiones extraordinarias. La fuerza que conduce Karina Milei no solo oficializó la renuncia de su principal candidato, José Luis Espert, sino que pidió ubicar en su lugar al referente del PRO, Diego Santilli, y que se vuelvan a imprimir entre 15 y 18 millones de boletas para reflejar este cambio.

La operación, de un costo que ronda los 18.000 millones de pesos, fue planteada en un escrito de trece páginas donde la alianza no manifestó la más mínima intención de hacerse cargo del desembolso. Esta actitud implica que el vínculo entre Espert y el narcotraficante Fred Machado, que motivó la renuncia, terminaría siendo subsidiado por toda la sociedad, «con la nuestra».

Ante esta maniobra, la oposición no se ha mantenido inactiva. Voceros de Fuerza Patria confirmaron que preparan un rechazo contundente a ambos planteos de LLA. Por un lado, objetarán el acceso de Santilli al primer lugar de la lista, ya que significa desplazar a una mujer, Karen Reichart, quien seguía en la nómina a Espert, en lo que parece una clara violación al espíritu de la ley de paridad de género. Por otro, se opondrán terminantemente a que el Estado cargue con los 18.000 millones de pesos que costaría la reimpresión.

El escenario, por lo tanto, se encamina hacia un proceso judicial largo y trabado, con apelaciones a la Cámara Nacional Electoral que hacen virtualmente inviable cualquier rediseño o reimpresión de las boletas a tiempo para los comicios.

En este marco de tensión, la Junta Electoral Nacional de la provincia de Buenos Aires convocó a una audiencia para el miércoles con todas las agrupaciones políticas. Paralelamente, solicitó formalmente al ministro del Interior, Lisandro Catalán, que informe el costo exacto de la eventual reimpresión, si existe partida presupuestaria para afrontarla y los plazos de ejecución, elementos clave para tomar una decisión.

La letra contra el espíritu de la ley

El argumento legal de LLA se apoya en una interpretación estricta del decreto que reglamenta la ley de paridad de género. La norma establece que, ante la renuncia de un candidato, debe ser reemplazado por quien le sigue en la lista, siempre que sea del mismo género. Así, al ser Espert y Santilli ambos hombres, la fuerza libertaria exige este trueque, pasando por alto a Reichart.

Críticos de la medida señalan que esta aplicación literal del reglamento traiciona el espíritu de la ley, creada para fomentar la participación femenina, no para postergarla. Si Reichart ascendiera a la cabeza de lista, las proporciones de género no se alterarían, pero la formación se negaría a que una mujer lidere su nómina.

Los tiempos: un obstáculo infranqueable

Más allá del debate legal, el factor tiempo se erige como una barrera casi insalvable. Fuentes de La Plata explicaron que las imprentas ya entregaron aproximadamente la mitad de las boletas, las cuales incluso han comenzado a ser empaquetadas para su distribución. Reimprimir la totalidad demandaría, como mínimo, diez días, en un cronograma donde solo quedan nueve para que el material esté indispensablemente en los centros de votación.

Ante esta realidad, se espera que la propia Junta Electoral, consultada por Ramos Padilla, dictamine que los plazos son insuficientes. Incluso existe la posibilidad de que el juez directamente deniegue el pedido por considerar vencidos los tiempos legales para la oficialización de las boletas.

El proceso, de cualquier modo, no será expedito. Cualquier resolución del juez será apelada por alguna de las partes, lo que llevará el expediente a la Cámara Nacional Electoral. Este recorrido judicial, sumado a una eventual audiencia para que los demás partidos aprueben el nuevo diseño de boleta, anula cualquier chance remota de que la foto de Santilli reemplace a la de Espert en las urnas. La costosa jugada libertaria parece condenada al fracaso, pero no sin antes dejar al descubierto una profunda crisis interna y una polémica pretensión de transferir su costo político al conjunto de la ciudadanía.

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