El Tribunal Oral Federal 6 dictó sentencia unánime en el juicio por el intento de magnicidio, condenando a los acusados principales y absolviendo a un tercero, en un fallo que cierra una etapa crucial de este grave episodio que conmocionó al país.
En un veredicto de gran repercusión, el Tribunal Oral Federal 6 hizo pública este miércoles la sentencia que pone fin al proceso judicial por el intento de asesinato contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, un episodio de extrema gravedad que tuvo lugar la noche del 1° de septiembre de 2022 a las puertas de su residencia en el barrio de Recoleta.
Los magistrados Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari, en una decisión unánime, impusieron a Fernando Sabag Montiel una pena de diez años de prisión por haber sido quien accionó el arma de fuego con la intención de acabar con la vida de la líder política. La condena se complementa con otros cuatro años de reclusión por el delito de posesión de material de pornografía infantil. En el caso de Brenda Uliarte, el tribunal la consideró partícipe necesaria en la tentativa de magnicidio, sentenciándola a ocho años de cárcel. Por el contrario, Gabriel Carrizo fue absuelto de todos los cargos.
Este juicio oral, que dio inicio en junio del presente año en los tribunales de Retiro, se caracterizó por su extensa prueba testimonial, con las declaraciones de 157 personas. La representación legal de la ex mandataria, en su rol de querellante, había solicitado una pena de quince años de prisión para ambos acusados por el delito de tentativa de homicidio agravado. Mientras tanto, el Ministerio Público Fiscal elevó la calificación de la acusación contra Sabag Montiel, imputándolo por tentativa de homicidio triplemente agravado, con inclusión de la figura de violencia de género en su modalidad política y la utilización de un arma de fuego.
Respecto a Nicolás Gabriel Carrizo, quien permaneció privado de su libertad desde 2022 y recuperó la libertad el pasado mes de agosto, ni la fiscalía ni la querella presentaron cargos en su contra durante los alegatos finales, lo que determinó su absolución.
En la audiencia conclusiva, los tres imputados ejercieron su derecho a las palabras finales. Carrizo manifestó su descontento por la prolongada detención preventiva, sosteniendo que fue injusto permanecer tanto tiempo privado de libertad para finalmente ser absuelto. Brenda Uliarte, por su parte, decidió mantener silencio. Fernando Sabag Montiel, en una intervención que despertó sorpresa, dedicó su alocución a defender al diputado Gerardo Milman, afirmando que se le había «armado una causa» y realizando una analogía con el caso del fiscal Alberto Nisman. Además, aseveró que le «plantaron un arma», lo que provocó la inmediata intervención de la jueza presidenta, quien le advirtió que tales comentarios sobre una causa ajena carecían de pertinencia en aquel contexto.
Paralelamente, los abogados defensores de Cristina Fernández de Kirchner han interpuesto un recurso ante la Cámara Federal porteña contra la resolución de la jueza María Eugenia Capuchetti, quien dispuso el archivo parcial de la investigación sobre la presunta autoría intelectual de Milman. En los antecedentes de la causa consta una declaración atribuida al legislador, pronunciada dos jornadas antes del ataque, en la que habría expresado: “Cuando la maten, yo voy a estar camino a la costa”.
El Día del Ataque
El crítico suceso se desarrolló en la noche del 1° de septiembre de 2022, en un momento en que la entonces vicepresidenta se encontraba saludando a simpatizantes y militantes agolpados frente a su domicilio, tras una día de masivas muestras de apoyo en el marco de la causa Vialidad. En medio de la multitud, Sabag Montiel se aproximó a la víctima y, a escasos centímetros de su rostro, accionó el gatillo de una pistola Bersa calibre 22. El disparo no se concretó debido a un fallo mecánico: el proyectil no se encontraba en la recámara en ese instante preciso. El individuo fue inmediatamente sometido por los presentes en el lugar y posteriormente arrestado por las fuerzas policiales, en una escena que quedó grabada a fuego en la memoria colectiva.