Científicos del CONICET realizaron un descubrimiento excepcional durante una expedición paleontológica transmitida en vivo. Se trata de un nido con huevos perfectamente preservados que podría contener embriones fosilizados, un hallazgo sin precedentes para Sudamérica.
En un giro sorprendente que conmocionó a la comunidad científica, investigadores del CONICET anunciaron este martes el descubrimiento de un nido de huevos perteneciente a un probable dinosaurio carnívoro. El revelador momento ocurrió durante una transmisión en vivo desde un yacimiento en la provincia de Río Negro, donde se desarrolla la “Expedición Cretácica I – 2025”.
El líder de la misión, Federico Agnolín, mostró ante las cámaras del canal de YouTube que sigue la campaña uno de los ejemplares, preservado en un estado inusualmente óptimo. Con visible emoción, Agnolín compartió la noticia, que incluso era desconocida para la mayoría de su equipo, creando un clima de asombro y expectativa. El científico destacó que, al no existir indicios de eclosión, existe una posibilidad real de que en su interior se alojen fetos de dinosaurio fosilizados.
“No se trata de un huevo de ñandú. Nos encontramos con un nido. Jamás habíamos visto algo semejante, un huevo con un grado de preservación tan magnífico. Esto corresponde a un dinosaurio carnívoro”, relató el experto con entusiasmo. Agnolín, quien forma parte del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados del Museo Argentino de Ciencias Naturales, no dudó en calificar el descubrimiento como “el más espectacular” de todas sus campañas, asegurando que en el sitio existen muchos más huevos por recuperar.
El investigador precisó que el ejemplar exhibido posee la ornamentación típica de los dinosaurios y se encuentra completamente fosilizado, lo que descarta cualquier confusión con huevos de especies animales contemporáneas. Mientras sostenía con cuidado el invaluable fósil, Agnolín se preguntó en voz alta, planteando la inquietud que motiva toda la investigación: “El huevo está completo. Entonces, la pregunta crucial es… ¿Tendremos en su interior al pichón?”.
La relevancia de este hallazgo fue subrayada por el resto del equipo de paleontólogos, quienes explicaron que los registros de huevos de dinosaurios carnívoros son extremadamente escasos a nivel global, y prácticamente inexistentes en lo que respecta a nidos completos dentro del territorio sudamericano. Encontrar un nido constituye una verdadera joya para la ciencia, ya que proporciona información biológica y etológica —como los hábitos de anidación— que los huesos fósiles por sí solos no pueden ofrecer.
Esta campaña, que cuenta con el apoyo de National Geographic Society, la Fundación de Historia Natural “Félix de Azara” y la Secretaría de Cultura de Río Negro, se extiende hasta mediados de octubre. El equipo de catorce especialistas, dirigido por Agnolín, concentra sus esfuerzos en un yacimiento cercano a General Roca, un área reconocida por su riqueza en material fósil correspondiente al final de la Era de los Dinosaurios en Patagonia.
El trabajo actual busca profundizar los hallazgos de la campaña anterior, donde se descubrió la garra de un dinosaurio único, el Bonapartenykus ultimus. El objetivo ahora es exhumar los restos faltantes para poder armar el rompecabezas completo de este enigmático animal prehistórico. “Vamos a regresar a un yacimiento clave, donde años atrás se identificaron al menos diez especies nuevas de animales aún no nombradas”, aseguró el líder de la expedición.
El proyecto incluye una innovadora ventana al mundo de la paleontología a través de transmisiones en vivo por YouTube e Instagram, permitiendo al público presenciar en tiempo real el meticuloso trabajo de los científicos mientras desentierran los secretos de un mundo perdido.