Un Grito Colectivo por la Memoria: Abrazo Simbólico a la ESMA ante la Alteración de su Relato Histórico

Un Grito Colectivo por la Memoria: Abrazo Simbólico a la ESMA ante la Alteración de su Relato Histórico

Organismos de derechos humanos y sobrevivientes convocan a rodear el emblemático sitio en rechazo a la modificación de los contenidos museográficos y al desfinanciamiento que pone en riesgo la preservación de este patrimonio de la memoria.

Un llamado a la defensa colectiva de la memoria histórica resonará este sábado 18 de octubre, a las 15 horas, en los alrededores del Museo Sitio de Memoria ESMA. La movilización, denominada como un «abrazo» simbólico, surge como una respuesta contundente frente a la decisión del Gobierno nacional de introducir modificaciones en la muestra permanente, específicamente retirando las referencias a la violencia diferencial padecida por las mujeres durante su cautiverio en aquel centro clandestino de detención, tortura y exterminio.

La convocatoria, impulsada de manera primordial por los propios sobrevivientes y testimoniantes de la ESMA, lleva por consigna una frase elocuente: “La memoria no se tapa con pintura ni capuchas. Sigamos descolgando cuadros”. Este lema refleja el profundo rechazo hacia lo que consideran un intento de reescribir la historia y silenciar las particularidades del terrorismo de Estado. A través de un comunicado, los organizadores explicaron que la acción representa una expresión ciudadana en defensa de la integridad del museo, no solo por la alteración de sus contenidos, que incluyó la eliminación de todas las anotaciones vinculadas al género femenino, sino también a causa de una drástica reducción presupuestaria que está provocando un visible deterioro en este patrimonio universal del Nunca Más.

La preocupación se extiende más allá de los cambios conceptuales y alcanza la propia infraestructura del lugar. El desfinanciamiento sistemático, denuncian, amenaza la conservación física del espacio, transformando el abandono material en una metáfora del olvido que se busca imponer. Si bien el impulso inicial partió de los exdetenidos-desaparecidos, la iniciativa ha logrado un amplio respaldo, sumando la adhesión y el acompañamiento de todos los principales organismos de derechos humanos. Este no será el primer gesto de resistencia en forma de abrazo colectivo; el pasado 27 de diciembre ya se había llevado a cabo una acción similar para visibilizar el ajuste presupuestario y las políticas del Gobierno de Javier Milei que afectan directamente a los trabajadores del sector y a las políticas de memoria, verdad y justicia.

De esta manera, el simbólico abrazo del sábado se erige como un nuevo capítulo en la disputa por el relato histórico, un acto de presencia y resistencia para afirmar que la memoria sobre los crímenes de lesa humanidad, y especialmente sobre las violencias específicas sufridas por las mujeres, es un territorio que no se negocia ni se censura. La comunidad, una vez más, se congregará para proteger con su presencia aquel núcleo del horror que hoy, como museo, se mantiene en pie para gritar «Nunca Más».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

32k