El Presidente argentino fue recibido en el Salón Oval, en una reunión que consolida el respaldo político y económico de Estados Unidos a su gobierno, en un contexto internacional marcado por los avances en la paz de Medio Oriente y a pocos días de los comicios legislativos locales.
En un día cargado de simbolismo y proyección global, el Presidente Javier Milei mantuvo este martes una reunión clave con su par estadounidense, Donald Trump, en el emblemático Salón Oval de la Casa Blanca. El encuentro, largamente esperado por el mandatario argentino, representa la consolidación de una alianza estratégica entre ambos países y refuerza el apoyo explícito de la primera potencia mundial al gobierno de La Libertad Avanza, en un momento económico y político crucial.
La cita, que comenzó al mediodía hora local, se desarrolló en un clima de entendimiento mutuo y afinidad ideológica. Según informaron fuentes cercanas a la delegación argentina, el diálogo abordó, entre otros asuntos, los recientes acontecimientos en Medio Oriente, donde la administración Trump logró un hito diplomático con la liberación de rehenes y la firma de un acuerdo de paz entre Israel y Hamas. Este tema, de relevancia internacional, ocupó un lugar destacado en la conversación, dada la repercusión global de los eventos y el interés compartido por la estabilidad en dicha región.
No obstante, el eje central de la reunión giró en torno al fortalecimiento de los lazos bilaterales y al respaldo económico que Estados Unidos ha proporcionado a la Argentina. El llamado swap de divisas por veinte mil millones de dólares, activado recientemente por el Tesoro norteamericano para aliviar la presión cambiaria y contener la fuga de reservas, fue uno de los puntos sobresalientes. Dicha herramienta financiera es interpretada como un claro respaldo de Washington en vísperas de las elecciones legislativas del 26 de octubre.
Fuentes diplomáticas anticiparon que, durante el encuentro, habría “gestos concretos y un respaldo aún más sólido” por parte del gobierno estadounidense, en línea con lo acontecido durante la Asamblea General de las Naciones Unidas el mes pasado. Se trata, en definitiva, de la coronación de un proceso de acercamiento que ya había mostrado signos positivos en anteriores reuniones entre ambos líderes.
La agenda bilateral también incluyó temas de gran sensibilidad, como la posible reducción de aranceles que Estados Unidos aplica a productos argentinos, así como el impulso a inversiones en sectores considerados estratégicos: litio, energía y tierras raras, entre otros. Al respecto, el Presidente Milei se había mostrado entusiasta días atrás, anticipando una “avalancha de capitales” que transformaría la economía nacional.
Tras el encuentro privado, ambos mandatarios compartieron un almuerzo de trabajo junto a sus respectivas comitivas. Por la Argentina, estuvieron presentes la secretaria de la Presidencia, Karina Milei; los ministros Luis Caputo y Patricia Bullrich; el titular del Banco Central, Santiago Bausili; el canciller Gerardo Werthein y el embajador Alec Oxenford. Por la contraparte, se esperaba la participación de altos funcionarios, entre ellos el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y la jefa de Gabinete, Susie Wiles, entre otros.
El encuentro no solo refuerza la sintonía política entre ambos gobiernos, sino que también refleja una visión compartida en materia de seguridad, comercio y cooperación internacional. Si bien no se anticiparon anuncios formales sobre acuerdos arancelarios, fuentes cercanas a las tratativas señalaron que se está “muy cerca” de alcanzar un entendimiento.
Posterior a la cumbre, el Presidente Milei participó en la ceremonia de entrega póstuma de la Medalla de la Libertad a Charlie Kirk, el influyente conservador asesinado en septiembre. Con su regreso a Buenos Aires programado para la noche, el mandatario argentino arribará con un mensaje de fortaleza y alineamiento internacional que, sin duda, buscará capitalizar en el escenario político local.