Vecinos de Río Grande Exigen Soluciones ante la Crisis del Gas Envasado

Vecinos de Río Grande Exigen Soluciones ante la Crisis del Gas Envasado

La falta de avances en la prometida red de gas natural profundiza el malestar en la comunidad, que enfrenta recortes en la entrega de garrafas y precios en alza. Acusan al Gobierno provincial de incumplir sus compromisos.

La situación del gas envasado en Río Grande ha generado un creciente malestar entre los residentes, quienes se sienten desatendidos por las autoridades a pesar de los reiterados reclamos. A través de una nota dirigida al gobernador Gustavo Melella, los vecinos han puesto de manifiesto la crítica realidad que atraviesan, marcada por la escasez y el incremento en los costos.

En declaraciones formuladas, Oscar Guevara, uno de los portavoces de los afectados, subrayó que la dependencia del gas envasado no responde a una decisión voluntaria, sino al incumplimiento sistemático del Estado. “En 2021 se anunció una millonaria inversión para la construcción de una red de gas, pero hasta la fecha no se ha materializado ninguna obra”, denunció.

La tensión se agravó la semana pasada, cuando, tras la presentación del escrito, los habitantes recibieron una partida adicional de gas que calificaron de claramente insuficiente. Guevara detalló que cada familia obtuvo 345 kilos, una cantidad inferior a la necesaria para cubrir sus necesidades básicas. “Antes contábamos con cinco garrafas; hoy debemos arreglarnos con cuatro. Cada una tiene una duración de apenas cuatro días y su precio ronda entre los 90.000 y 100.000 pesos”, explicó. Además, alertó sobre la posibilidad de un nuevo aumento a partir del próximo año.

El vocero también criticó con dureza la reducción de 50 kilos en la carga de gas, establecida mediante decreto, al mismo tiempo que se aprobaba un incremento salarial para los funcionarios públicos. “Resulta indignante que quienes aseguraron que las obras estarían finalizadas hace años, ahora recorten un servicio esencial y mejoren sus propios ingresos”, manifestó con frustración.

De acuerdo con los datos proporcionados, en la provincia son más de 6.500 las familias que dependen de este combustible, sin que hasta el momento hayan recibido una respuesta concreta a sus demandas. “Los fondos para las obras estuvieron disponibles, pero su administración ha sido deficiente. La responsabilidad es exclusiva de las autoridades, y la población ya no puede seguir esperando”, remarcó Guevara.

Pese a los intentos por establecer un diálogo con el Gobierno, los vecinos aseguran que sus gestiones han sido ignoradas. “Nos ofrecieron una reunión virtual que nunca se llevó a cabo. Una vez más, están jugando con la buena fe de la gente”, concluyó, evidenciando el profundo descontento que recorre la comunidad.

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