Miles de educadores paralizaron las actividades y marcharon hacia el Congreso en un reclamo unánime por mejoras salariales y el cumplimiento de la inversión educativa, en una jornada de adhesión masiva que resonó en todas las provincias.
Crisis Educativa: Docentes Realizan un Paro Nacional y Marchan al Congreso Reclamando Salarios Dignos
Bajo un cielo gris y una sensación generalizada de desamparo, la comunidad educativa argentina se movilizó este miércoles en una de las protestas más contundentes de los últimos tiempos. Con un paro nacional que obtuvo un seguimiento abrumador, maestros y profesores de todas las latitudes del país abandonaron las aulas para alzar su voz frente a un reclamo que consideran postergado: la urgente necesidad de salarios que les permitan vivir con dignidad.
La jornada de lucha, que tuvo su epicentro en las inmediaciones del Congreso de la Nación y en la Secretaría de Educación, se desarrolló en un contexto de profunda preocupación para el sector. Los manifestantes destacaron la ausencia de mecanismos fundamentales para la financiación del sistema educativo. Entre los puntos críticos señalaron la inexistencia de una paritaria nacional que fije un piso salarial, la desaparición del Fondo Nacional de Incentivo Docente y, de manera alarmante, la eliminación de un artículo esencial de la Ley de Educación Nacional que garantizaba la destinación del 6 por ciento del Producto Bruto Interno a la educación, según el proyecto de presupuesto para el año próximo.
Este desmantelamiento normativo y financiero tiene consecuencias directas y tangibles en la vida de los educadores. Durante los casi dos años de la actual gestión, el poder adquisitivo de los docentes ha experimentado una caída estrepitosa. Para graficar la situación, un profesor o una profesora que desempeña un doble cargo ha visto evaporarse de sus bolsillos una suma cercana a los trescientos mil pesos, un deterioro económico que los sitúa por debajo de la línea de la pobreza y que, aseguran, atenta contra la calidad misma de la enseñanza.
La medida de fuerza, convocada por los gremios con mayor representación, demostró un acatamiento excepcional en todas las provincias, paralizando por completo la actividad en miles de establecimientos educativos. La columna vertebral del reclamo no se limita únicamente a la cuestión salarial, sino que apunta a una defensa integral de la educación pública. Los oradores, desde un escenario montado frente al Parlamento, enfatizaron que sin inversión real y sin leyes que protejan al sistema, no hay futuro posible para las nuevas generaciones.
La multitud, compuesta por docentes de todas las edades y jerarquías, portaba carteles con consignas que reflejaban descontento y exigencia. “Sin presupuesto, no hay educación”, “Dignidad docente para una educación de calidad” y “El futuro de los pibes no se negocia” fueron algunas de las frases más repetidas, coreadas con firmeza ante la mirada atenta de los legisladores.
Mientras la protesta transcurría en un marco de orden, la expectativa ahora se centra en la respuesta del Gobierno nacional. La movilización dejó en claro que el magisterio argentino, unido y determinando, no dará marcha atrás en su lucha por recuperar lo perdido y asegurar un porvenir para la escuela pública. La pelota, aseguran, está ahora en el campo de las autoridades.