En su regreso de los Estados Unidos, Javier Milei no presentó medidas concretas para los sectores más vulnerables y atribuyó la difícil situación al contexto electoral. Además, detalló los alcances del respaldo de Donald Trump y se refirió a la salida de José Luis Espert de la boleta oficialista.
En su primer reporte tras su visita oficial a los Estados Unidos, el presidente Javier Milei enfrentó un intenso cuestionamiento periodístico sin poder esbozar una respuesta clara respecto de las estrategias destinadas a aliviar la crítica situación económica que atraviesan las familias argentinas. Ante la consulta específica sobre cómo piensa asistir a aquellos que no logran cubrir sus necesidades básicas, el mandatario desvió la atención hacia el año electoral, al cual señaló como responsable del actual escenario de incertidumbre.
Frente a las cámaras de A24, y en diálogo con el periodista Eduardo Feinmann —quien insistió en dos oportunidades sobre el mismo punto—, Milei descartó de plano la posibilidad de implementar políticas de emisión monetaria. “¿Quiere que emita? ¿Cómo el kirchnerismo? La ciudadanía obtendría aún menos, porque si se genera inflación y se distorsionan los precios relativos, el nivel de actividad se reducirá. El remedio termina siendo más grave que la enfermedad”, argumentó.
En esa línea, el jefe de Estado aseguró que la recuperación económica dependerá de una disminución del riesgo político. “En la medida que se despegue el riesgo político, el riesgo país caerá y tendrá lugar una expansión vigorosa de la economía”, sostuvo, aunque sin precisar fechas ni mecanismos específicos que permitan atender la urgencia social.
Respecto de los acuerdos alcanzados durante su viaje a Norteamérica, Milei confirmó que se logró la promesa de un préstamo, aunque sin detallar las contrapartidas exigidas. Según su visión, el apoyo estadounidense se enmarca en “una cuestión de geopolítica”, en la cual Argentina es considerada por Washington como “el mayor aliado en Latinoamérica”.
El Presidente también se refirió a la figura de Donald Trump, a quien describió como un líder que busca “ordenar” un mundo futuro organizado en bloques: uno aliado a Estados Unidos, otro a China y un tercero a Rusia. En este contexto, interpretó que el ofrecimiento de respaldo del líder republicano —condicionado a un triunfo oficialista en las próximas legislativas— opera como “un plus adicional” que orienta a los argentinos hacia una dirección clara.
“Él manifiesta un apoyo hacia mi persona. Mientras yo sea presidente, contamos con ese respaldo. Quienes hayan visto la reunión completa no pueden albergar dudas. Aquí, el statu quo prefiere que a la Argentina le vaya mal”, afirmó con contundencia.
En otro tramo de la entrevista, el mandatario se refirió a la decisión de José Luis Espert de renunciar a su candidatura a diputado nacional por La Libertad Avanza. Milei negó que el legislador mantuviera vínculos con el narcotráfico, pese a conocerse su contacto con Fred Machado, y atribuyó la controversia a una “campaña sucia”. “No creo que Espert tenga relaciones con el narcotráfico. Comprendo que no respondió de manera incorrecta”, expresó.
Finalmente, reconoció que el oficialismo se encuentra en desventaja en los sondeos de opinión, aunque aseguró que, junto a Diego Santilli y Karen Reichardt, trabajan para “recortar la distancia”. “¿Qué quiere? ¿Que me ponga a llorar? Yo necesito avanzar”, concluyó, cerrando una entrevista que dejó más interrogantes que certezas en torno al rumbo económico y social del país.