Cristina Kirchner alerta sobre una ofensiva contra el peronismo y cuestiona la estrategia electoral bonaerense

Cristina Kirchner alerta sobre una ofensiva contra el peronismo y cuestiona la estrategia electoral bonaerense

La expresidenta advirtió que el gobierno libertario busca desarticular al campo nacional y popular, mientras señaló que el desdoblamiento de comicios en la provincia de Buenos Aires favoreció la reagrupación del voto opositor.

En un documento divulgado tras los comicios legislativos, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner alertó sobre una embestida orientada a fracturar al movimiento peronista y al conjunto del campo nacional y popular. La vicepresidenta desglosó los riesgos que, a su juicio, representa el avance de La Libertad Avanza, encabezado por Javier Milei, a quien acusó de pretender transformar al país en una “factoría” y quebrar su estructura sociopolítica.

La dirigente no solo expuso los objetivos que atribuye al espacio libertario, sino que también dirigió sus críticas hacia la provincia de Buenos Aires, donde el gobernador Axel Kicillof decidió desdoblar las elecciones. Según Fernández de Kirchner, esta medida operó como una suerte de elección preliminar que permitió la concentración del voto antiperonista. La expresión de desacuerdo resonó de inmediato en La Plata, donde el ministro de Gobierno provincial, Carlos Bianco, replicó que el mandatario había solicitado a sus colaboradores evitar enredarse en disputas internas.

La expresidenta recordó que, desde el retorno de la democracia en 1983, casi todos los jefes de Estado —con excepción de Fernando de la Rúa y Alberto Fernández— triunfaron en la primera elección parlamentaria subsiguiente. En ese sentido, subrayó que Néstor Kirchner logró imponerse en los comicios de 2005 con un contundente 45,77% de los votos. Sin embargo, cuestionó si un triunfo en los comicios de medio término garantiza el resultado en la siguiente contienda presidencial, citando como ejemplo a Mauricio Macri, quien, pese a su victoria en 2017, no consiguió la reelección.

“No hay derrotas definitivas ni triunfos eternos”, evocó Cristina Kirchner, parafraseando a su esposo. Destacó, además, que varios gobernadores peronistas —como Sergio Ziliotto en La Pampa, Ricardo Quintela en La Rioja, Raúl Jalil en Catamarca, Osvaldo Jaldo en Tucumán y Gildo Insfrán en Formosa— se impusieron en las elecciones legislativas. La excepción, señaló, fue Buenos Aires, donde nunca compartió la estrategia de desdoblar los comicios.

Aunque reconoció haber instruido a su fuerza política en la Legislatura bonaerense a desistir de un proyecto que buscaba unificar las elecciones, lo hizo —explicó— para evitar dividir esfuerzos en dos jornadas electorales separadas por apenas 49 días. Advirtió, no obstante, que adelantar los comicios implicaba un alto riesgo, tanto por el peso electoral y simbólico de la provincia como por la posibilidad de que una derrota tuviera un efecto devastador para el peronismo a nivel nacional, o de que una victoria produjera un “efecto balotaje” que unificara al voto opositor.

Finalmente, eso fue lo que ocurrió. La líder política remarcó que el 40% de los votos obtenidos por Milei coincide con el porcentaje que históricamente ha cosechado el antiperonismo desde los tiempos de la confrontación entre Carlos Menem y Eduardo Angeloz.

Pero no solo el antiperonismo explica el resultado, según Fernández de Kirchner. Aseguró que otro factor determinante fue el miedo: el temor a que una derrota oficialista desatara una crisis política que agravara la ya crítica situación de la población. En ese marco, mencionó operaciones interesadas, una escalada del dólar, el aumento del riesgo país y la habitual escasez de divisas. Incluso hizo referencia a una declaración del expresidente estadounidense Donald Trump, quien habría insinuado que, de no triunfar Milei, se cortaría la ayuda del Tesoro norteamericano.

Pese a sus críticas, la expresidenta reafirmó el valor de la unidad como instrumento político para la construcción nacional, popular y democrática, y llamó a complementarla con militancia, cohesión y claridad estratégica y programática.

También se refirió a la actitud de la Corte Suprema tras conocerse los resultados electorales, afirmando que la dirigencia política, sindical y social se encuentra “en libertad condicional”, en alusión a recientes fallos judiciales favorables a figuras de la derecha y en contra de referentes peronistas.

La publicación del texto generó reacciones inmediatas. El senador Oscar Parrilli intentó atenuar la tensión, señalando que en el peronismo siempre se discuten las ideas, pero eso no implica divisiones. “Lo más importante hoy es mantener la unidad, sin dejar de debatir entre nosotros”, insistió.

Mientras tanto, varios intendentes bonaerenses del peronismo salieron en defensa de Kicillof. Sostuvieron que el desdoblamiento fue “muy positivo”, ya que permitió triunfos en 107 de los 135 municipios. Julio Alak, jefe comunal de La Plata, destacó que se obtuvieron 34 bancas legislativas sobre un total de 69, y minimizó el impacto del documento de CFK, afirmando que no fue objeto de análisis en su ámbito.

Por su parte, el ministro Bianco ratificó que Kicillof pidió a su equipo no enredarse en discusiones internas, pues el adversario principal sigue siendo el presidente y sus políticas, a lo que ahora se suma “un oponente más potente: Trump”. Durante la reunión con intendentes, se abordaron los lineamientos generales del Presupuesto y la necesidad de contar con herramientas financieras y fiscales para implementar políticas en un contexto de extrema dificultad.

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