Alerta en la Comunidad Científica por el Futuro del Radiotelescopio Chino-Argentino

Alerta en la Comunidad Científica por el Futuro del Radiotelescopio Chino-Argentino

Ante versiones sobre la posible cancelación del proyecto, autoridades académicas desmienten la interrupción y advierten sobre el grave impacto que tendría su paralización. El instrumento, único en Sudamérica, se encuentra en etapa avanzada de construcción y promete revolucionar la investigación astronómica y geodésica en la región.

Una serie de publicaciones en influyentes medios de comunicación nacionales encendieron las alarmas en el ámbito científico al sugerir que el Proyecto del Radiotelescopio Chino-Argentino (CART) habría sido dado de baja. Sin embargo, desde la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), institución a cargo de la iniciativa, se desmintió categóricamente esta información, atribuyéndola a un posible asesoramiento incorrecto.

El CART, una imponente estructura de 1300 toneladas con una antena parabólica de 40 metros de diámetro, se erige en la estación astronómica Carlos Cesco, ubicada en la localidad de Barreal, Calingasta. Situado a más de 2300 metros de altura y elegido por la excelente calidad de su cielo, este instrumento está llamado a convertirse en un referente para la observación del cosmos en el hemisferio sur. Su función principal es detectar la tenue radiación electromagnética de objetos celestes distantes, con aplicaciones que van desde la astrofísica hasta la geodesia, mejorando sistemas cruciales como el GPS y el rastreo de satélites.

Ante los rumores, el decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ, Jorge Castro, salió al cruce de las versiones. «Quienes escribieron esos artículos estuvieron mal asesorados», afirmó, aclarando que se trata de un radiotelescopio con fines exclusivamente científicos y no de un radar de vigilancia, como se llegó a mencionar. Castro aseguró mantener un contacto permanente con las autoridades nacionales y destacó que, hasta el momento, no ha recibido ninguna comunicación oficial que confirme la terminación del convenio, cuyo acuerdo marco venció en junio pasado.

La posible interrupción del proyecto, que se encuentra a menos de un año de su finalización, generó una inmediata reacción en la comunidad astronómica. La Asociación Argentina de Astronomía emitió un comunicado subrayando la importancia estratégica del CART. El documento resalta que su concreción posicionará a la Argentina como sede de una de las pocas estaciones geodésicas del hemisferio Sur, revirtiendo la actual asimetría en las mediciones de precisión a nivel global.

El decano Castro vislumbra dos escenarios posibles. El primero implica que el Gobierno nacional manifieste explícitamente su desinterés, lo que obligaría a la universidad a buscar alternativas bajo el amparo de su autonomía. El segundo, y más preocupante, sería que las autoridades no firmen la renovación del convenio y, además, impidan a la universidad continuar de manera independiente. «Sería inédito», expresó Castro, «no recuerdo un antecedente de esta naturaleza. Sería muy difícil de entender el cercenamiento de un proyecto puramente científico».

Para obtener precisiones, Castro y su vicedecana, Georgina Coldwell, se encuentran en Buenos Aires. Su agenda incluye una reunión con directivos de la Aduana, donde se encuentran retenidos materiales esenciales enviados desde China para el radiotelescopio. Este encuentro, según el decano, podría ofrecer un panorama más claro sobre la real situación del proyecto.

La radioastrónoma Gloria Dubner, miembro de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, explicó la doble utilidad del instrumento. Por un lado, permitirá estudios geodinámicos, como el movimiento de las placas tectónicas y la determinación de la orientación del planeta. Por el otro, facilitará investigaciones astrofísicas de alta sensibilidad, explorando desde restos de supernovas hasta galaxias activas en los confines del universo. Dubner enfatizó que, a esta altura de su construcción, detener el desarrollo del CART sería un contrasentido, especialmente considerando la inversión ya realizada: más de 36 millones de dólares por parte de China y 1,5 millones aportados por el ex Ministerio de Ciencia argentino, sin contar las significativas contribuciones de la provincia de San Juan.

Con la expectativa puesta en que el reciente diálogo entre las principales potencias allane el camino para la cooperación, la comunidad científica espera que el entendimiento prevalezca y que este proyecto pionero pueda completarse, asegurando un salto cualitativo para la ciencia nacional y regional.

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