El Presidente argentino ratificó el esquema de flotación administrada del dólar y describió la asistencia del Tesoro norteamericano como una movida comercial estratégica, al tiempo que reiteró su respaldo político a la figura de Donald Trump.
En el marco de su más reciente visita a Estados Unidos, el Presidente Javier Milei confirmó la continuidad del régimen de bandas cambiarias para la cotización del dólar. Frente a líderes empresariales y financieros, el mandatario aseguró que este mecanismo de flotación se preservará, subrayando que su diseño contempla una progresiva ampliación de los márgenes de valuación hasta que el instrumento pierda toda pertinencia.
Las declaraciones tuvieron lugar durante un intercambio con el influyente diario Financial Times, previo a su alocución en el America Business Forum. Milei no solo consolidó su postura monetaria, sino que también se refirió al controvertido auxilio financiero por 20.000 millones de dólares otorgado por el Tesoro estadounidense en vísperas de los comicios legislativos argentinos. Al respecto, el Jefe de Estado caracterizó dicha intervención como una astuta oportunidad comercial para los capitales de aquel país, deslizando que la ayuda respondió a un cálculo de rentabilidad antes que a una mera decisión política.
“El Tesoro de los Estados Unidos actuó con oportunismo al visualizar una ocasión de negocio”, afirmó con crudeza, revelando así el trasfondo económico de una operación que generó intensos debates. Esta conceptualización fue interpretada en círculos diplomáticos como un reconocimiento tácito a los condicionamientos establecidos por Washington para el desembolso de los fondos.
En la misma sintonía, el Presidente salió al cruce de las críticas dirigidas hacia su aliado, Scott Bessent, titular del Tesoro norteamericano, quien fue cuestionado por economistas locales respecto a la fijación del precio del peso. Con tono desafiante, Milei confrontó: “¿Qué posee mayor valor, el juicio de un especialista exitoso y avalado por el Tesoro estadounidense, como Bessent, o la opinión de un conjunto de incompetentes nacionales?”.
Paralelamente, el mandatario aprovechó la ocasión para reforzar su compromiso político con la figura de Donald Trump, a quien no dudó en catalogar como un “líder regional”. Esta afirmación consolida la alineación estratégica de su gobierno con el expresidente y actual candidato republicano, marcando una clara orientación en la política exterior argentina. La gira, de este modo, no solo delineó los fundamentos de la política económica, sino que también reafirmó los vínculos políticos que el actual gobierno busca fortalecer en el escenario internacional.
