El gremio que nuclea a los técnicos de navegación aérea profundiza su conflicto con la empresa estatal, tras el fracaso de las negociaciones. Las medidas, que comenzarán la próxima semana, impactarán en vuelos domésticos e internacionales en plena temporada alta, con riesgos de fuertes trastornos para miles de pasajeros.
La Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (Atepsa) confirmó una escalada en su plan de lucha, estableciendo una serie de interrupciones en los servicios que se extenderán durante las próximas semanas. El anuncio formal se produjo luego del colapso de las conversaciones con la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), ente responsable de la gestión del espacio aéreo.
Desde el sindicato acusaron a la actual conducción de la empresa de “intransigencia brutal y ausencia de diálogo”, tanto para destrabar la discusión salarial como para atender lo que califican como una “grave situación operativa”. En un duro comunicado, señalaron que sus reclamos llevan más de tres meses sin obtener respuesta alguna, un panorama que se agrava con el incremento constante de la actividad aérea.
El núcleo del conflicto radica en un conjunto de exigencias que incluyen la reincorporación de personal despedido en aeropuertos con falencias de dotación, la reapertura de la mesa paritaria, la revisión de conceptos remunerativos y la resolución de más de sesante incidencias operativas pendientes. Los controladores denunciaron que, en la práctica, la precarización salarial los obliga a desempeñar múltiples empleos para subsistir, una situación que, afirman, viola los principios establecidos por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Las medidas de fuerza, que afectarán exclusivamente las autorizaciones de despegue, están programadas para distintos días y horarios. La primera interrupción está prevista para el miércoles 17 de diciembre, entre las 8 y las 11 horas, focalizada en los vuelos de cabotaje. Le seguirán nuevas acciones los días 18, 23, 27 y 29 del mismo mes, con horarios variables que, en los últimos casos, incluirán también a la aviación internacional y a toda la operación aérea nacional. El gremio aclaró que quedarán exceptuadas todas las misiones sanitarias, humanitarias, de estado o aquellas que declaren una emergencia.
Frente al anuncio, EANA emitió un contrapunto, ratificando su voluntad de continuar con el diálogo y cuestionando la decisión del sindicato de dar por terminada unilateralmente la negociación. La empresa sostuvo que, mientras las reuniones continúen, nada está definitivamente acordado. En paralelo, se conoció que la Secretaría de Trabajo convocó a una nueva audiencia de conciliación para el miércoles 17 a las 10 horas, en un intento último por evitar la materialización de los paros y el consecuente caos para los viajeros en pleno período de festividades y vacaciones.
La amenaza de estas interrupciones pone en vilo a la industria del turismo y a las aerolíneas, que enfrentan su temporada de mayor demanda. La falta de una solución rápida podría traducirse en un escenario de cancelaciones masivas, retrasos significativos y un profundo malestar entre los pasajeros, cuyos planes para las fiestas ahora dependen de un acuerdo de última hora entre las partes en conflicto.
