Se trata de una suba del 30% en uno de los puntos clave de la canasta básica.
Llegó agosto y se “despertó” el precio de la carne, por lo que se anticipan fuertes aumentos. Según fuentes especializadas los nuevos precios se ven afectados no solo por la inflación en general sino también porque el producto ha aumentado por debajo de lo que fue el promedio inflacionario.
A esto se suma la implementación del dólar agro, que incluyó al maíz, lo que logró encarecerlo como insumo para toda la cadena de producción ganadera y eso impacta en los precios.
El impacto ya puede verse en los precios mayoristas y terminará prontamente en las carnicerías.
Lo cierto es que se trata del punto clave para la canasta alimenticia y el índice de alimentos, que fue una de las cosas más festejadas por el Gobierno en junio, con un aumento del 4% en los alimentos mientras que la inflación era del 6%. En julio, por la carne, la situación será muy distinta.