La Directora de Pasivos de la Caja de Previsión, Patricia Blanco, advirtió sobre las repetidas modificaciones al régimen previsional que generan incertidumbre y falta de claridad en el sistema. Llamó a un debate serio y participativo para evitar que las reformas fragmentadas sigan afectando tanto a los jubilados actuales como a los futuros. Además, expresó su preocupación por la posible intervención de la OSEF y la necesidad de involucrar expertos en la discusión.
En declaraciones recientes, Patricia Blanco, Directora de Pasivos de la Caja de Previsión, expresó una fuerte crítica a las modificaciones continuas que ha sufrido el régimen previsional de la provincia. Blanco, que también es una jubilada con más de 30 años de aportes al sistema, señaló la frustración que estos cambios generan en los beneficiarios y en aquellos que aún están en actividad.
“Seguimos haciendo parches y modificaciones, y la verdad es que terminamos con un régimen desarticulado que ha sido modificado tantas veces que ya no responde de manera coherente a las necesidades de los jubilados”, afirmó Blanco. La directora subrayó que la solución no está en seguir alterando el régimen de manera fragmentada, sino en realizar una reforma integral. “Es necesario convocar a todos los sectores, desde legisladores hasta técnicos especializados, para trabajar en una única modificación que sea definitiva y justa para todos”.
Críticas a la propuesta de reforma de la Ley 561
El tema que originó las declaraciones de Blanco fue una propuesta para modificar la Ley 561, que regula los requisitos para adherirse al régimen extraordinario del sector provincial. Esta reforma busca incorporar un nuevo artículo que beneficie a los trabajadores que ingresaron entre el 1 de enero de 1993 y el 31 de diciembre de 1994, permitiéndoles acceder a una jubilación con 30 años de aportes.
Blanco, aunque comprendió la necesidad de brindar justicia a quienes han aportado por décadas, se mostró escéptica frente a la proliferación de estas reformas específicas. “Entiendo que aquellos que han aportado durante 30 años quieran una compensación justa. Yo también aporté durante ese tiempo y me jubilé con una ordinaria. Pero cada vez que se cambia un artículo, la implementación es lenta, hay demoras en la reglamentación y la gente se molesta. Los parches no sirven”, sostuvo.
Para Blanco, la clave está en generar un espacio de debate amplio, donde todas las partes interesadas puedan participar y se tome una decisión definitiva. “Todos deberíamos jubilarnos a la misma edad, con los mismos años de aporte, y basta de cambios que solo generan confusión. El estudio debe ser más profundo y el análisis más amplio para evitar volver a cometer los mismos errores”, subrayó la funcionaria.
Preocupación por la situación de la OSEF
En otro orden de temas, la Directora de Pasivos fue consultada sobre la reciente propuesta del legislador Pablo Bondartusen, quien sugirió intervenir la Obra Social de la Provincia (OSEF). Según Bondartusen, la intervención sería necesaria para resolver los problemas financieros que enfrenta la obra social, particularmente la falta de pagos al sector privado, que pone en riesgo los servicios de salud de miles de jubilados y trabajadores activos.
Blanco se mostró cautelosa frente a esta iniciativa, destacando la gravedad de la palabra “intervención”. “La intervención no es una palabra linda, especialmente cuando tenemos representantes electos democráticamente, tanto en los sectores activos como en los pasivos. Nosotros fuimos elegidos por voto, no por designación, y eso debe respetarse”, remarcó.
Si bien Blanco reconoció que la OSEF enfrenta dificultades importantes, especialmente en lo que respecta a los costos de las prestaciones de salud, que suelen estar dolarizados, insistió en la necesidad de involucrar a especialistas en la toma de decisiones. “He escuchado a expertos como el Dr. Sánchez Polemán hablar sobre los problemas de fondo que enfrenta la obra social, y creo que son ese tipo de personas las que deben participar en estas discusiones. No podemos tomar decisiones a la ligera cuando se trata de la salud de tanta gente”, dijo.
Una obra social en crisis
Blanco también se refirió a las dificultades que enfrentan los afiliados a la OSEF, en particular aquellos que han contribuido durante toda su vida laboral y que ahora, en su etapa de jubilación, se encuentran con un sistema que no puede garantizarles la atención médica que necesitan. “Hay gente que ha aportado a la obra social toda su vida y que, ahora que más la necesita, enfrenta demoras en los pagos y servicios limitados”, expresó con preocupación.
A la par, comparó la situación de la OSEF con las obras sociales prepagas privadas, en las que observó incrementos constantes en los costos mensuales. “Mis hijos tienen prepagas, y las subas son enormes. Nosotros estamos muy lejos de eso, pero es un problema que no podemos ignorar”, comentó Blanco.
Un llamado a la reflexión y el diálogo
Finalmente, Blanco hizo un llamado a la reflexión y al diálogo en todos los ámbitos, tanto en lo que refiere a la reforma previsional como a la situación de la OSEF. Afirmó que es fundamental que las decisiones se tomen de manera inclusiva, con la participación de todas las partes implicadas y con un enfoque técnico que garantice la sostenibilidad a largo plazo del sistema.
“No podemos seguir improvisando. Las reformas deben ser estudiadas a fondo, con la participación de las áreas técnicas de la Caja de Previsión y con una visión a largo plazo que garantice la viabilidad del sistema”, concluyó.
De esta manera, Patricia Blanco dejó en claro su postura: la solución no está en seguir haciendo modificaciones parciales que solo generan más incertidumbre, sino en un cambio estructural que dé respuesta a las necesidades tanto de los jubilados actuales como de los futuros.
