La central obrera preparará una serie de medidas sindicales previas para potenciar la protesta contra el ajuste del Gobierno, la represión y la falta de negociaciones paritarias.
La Confederación General del Trabajo (CGT) anunció la realización de su tercer paro nacional de 24 horas el próximo 10 de abril, en respuesta a las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei. La medida de fuerza estará acompañada de diversas acciones sindicales que comenzarán este lunes, con el objetivo de maximizar su impacto político y social. La central sindical busca manifestarse contra el deterioro de los salarios, el avasallamiento de los derechos laborales, los recortes a los jubilados y la creciente represión estatal.
Para fortalecer la convocatoria, la CGT participará activamente en la marcha del lunes 24 de marzo por el Día de la Memoria, junto a organizaciones de derechos humanos. Asimismo, los sindicatos intensificarán su presencia en las movilizaciones de jubilados de los próximos miércoles, culminando en una masiva concentración el 9 de abril, en la antesala del paro general. Como parte de su plan de acción, también se ha programado una gran movilización para el 1º de mayo, Día del Trabajador.
Consenso gremial y rechazo a las presiones del Gobierno
En una extensa reunión del consejo directivo de la CGT, se logró un consenso unánime para llevar adelante la medida de fuerza, desestimando los intentos del Ejecutivo por frenar la protesta. Aunque el paro ya se discutía internamente, la represión a la multitudinaria manifestación de jubilados el pasado 12 de marzo fue el detonante que aceleró la decisión.
El debate sindical se prolongó por tres horas, en las que cada dirigente expuso la situación de su sector frente a las políticas del Gobierno. La propuesta de algunos gremios afines a Luis Barrionuevo de extender la huelga a 36 horas no logró respaldo suficiente.
Uno de los reclamos más reiterados fue la negativa de la Secretaría de Trabajo a habilitar paritarias libres. En conferencia de prensa, el dirigente de Sanidad, Héctor Daer, expresó: “Exigimos libertad para negociar aumentos salariales, mejoras para los jubilados y apoyo a la discusión legislativa sobre el bono de 760.000 pesos. También repudiamos la represión policial y demandamos la reactivación de la obra pública”.
Estrategia sindical en marcha
La organización del paro comenzará este viernes con la convocatoria a un plenario de delegaciones regionales en la sede de la CGT, liderado por Abel Furlán y Horacio Otero. El objetivo es articular una estrategia conjunta para maximizar la adhesión y garantizar el éxito de la huelga.
Ese mismo día, la central sindical recibirá a Fabián Grillo, padre del fotógrafo Pablo Grillo, herido durante la represión del 12 de marzo. También se coordinará la participación de la CGT en la marcha del Día de la Memoria. Esta será la segunda vez que la central sindical se suma institucionalmente a la manifestación del 24 de marzo.
El 26 de marzo, los gremios reforzarán su participación en la tradicional protesta de jubilados, incrementando la presencia hasta el 9 de abril, cuando la CGT movilizará a la totalidad de sus bases hacia el Congreso Nacional. Desde la medianoche del 10 de abril, el paro general se hará efectivo con el apoyo de sectores clave como el transporte público. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) y los ferroviarios confirmaron su adhesión total, garantizando la paralización del servicio. Gabriel Gusso, secretario gremial de la UTA, señaló: “Apoyamos plenamente la convocatoria de la CGT porque no se puede seguir sosteniendo la falacia oficial sobre una inflación inexistente”.
El fin de la tregua sindical
La reactivación de la CGT llega tras un largo periodo de inacción, luego de la masiva marcha del 1º de mayo de 2024. Posteriormente, los principales gremios optaron por el diálogo con el Gobierno, lo que derivó en la salida del camionero Pablo Moyano del triunvirato, siendo reemplazado por Osvaldo Argüello.
Sin embargo, el deterioro de los salarios y la ola de despidos en el sector público llevaron a la CGT a retomar el plan de lucha. La Secretaría de Trabajo continúa bloqueando acuerdos salariales superiores al 1% mensual, lo que, sumado al ajuste en el sector estatal, ha encendido las alarmas en el sindicalismo.
Con una creciente conflictividad social, la central sindical considera que ha llegado el momento de recuperar la iniciativa. En paralelo, los dirigentes gremiales exhortan a la dirigencia política, en particular al peronismo, a superar sus diferencias internas y trabajar en la construcción de una alternativa de poder que ponga freno a las políticas de ajuste.