La autoridad monetaria extendió por un año el canje de divisas con el Banco Popular de China, evitando una reducción gradual de sus reservas. La medida busca aliviar la presión cambiaria en un contexto de escasez de dólares y negociaciones con el FMI.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) prorrogó por doce meses el tramo activado del swap de divisas con el Banco Popular de China (PBOC), equivalente a 35.000 millones de yuanes (USD 5.000 millones). Esta renovación permite a la entidad monetaria local evitar una disminución progresiva de sus reservas internacionales entre mediados de este año y agosto de 2026, cuando vence el convenio bilateral.
El anuncio oficial se produjo este jueves, en medio de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, donde el acuerdo financiero quedó involucrado en la disputa por aranceles. Las autoridades argentinas planean negociar una extensión adicional del mecanismo hacia fines de 2025 o principios de 2026.
En paralelo, el Gobierno de Javier Milei avanza en las tratativas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para concretar un nuevo programa de asistencia financiera por USD 20.000 millones. Además, se espera la visita del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, a Buenos Aires el próximo lunes, en un contexto clave para las aspiraciones oficiales de reforzar las reservas y avanzar hacia una liberación cambiaria.
Detalles del Swap Renovado
En un comunicado, el BCRA explicó que el tramo activado en 2023, que debía comenzar a reducirse a partir de junio de 2025, se mantendrá disponible en su totalidad hasta mediados de 2026. El objetivo, según la entidad, es «mitigar riesgos» durante la transición hacia un régimen monetario sostenible, en un escenario global complejo para los flujos de capital.
El swap vigente entre el BCRA y China asciende a casi USD 18.000 millones, convirtiéndose en el más grande que el país asiático tiene activo a nivel mundial. Esta línea representa más del 70% de las reservas brutas del BCRA, que cerraron el miércoles en USD 24.733 millones, en medio de una persistente fuga de divisas y alzas en los dólares financieros.
Tensiones Geopolíticas y Cambio de Postura
El acuerdo bilateral, firmado en 2009 y renovado en múltiples ocasiones, quedó bajo la lupa tras las críticas del enviado especial de EE.UU. para América Latina, Mauricio Claver-Carone, quien lo calificó como una herramienta de «extorsión» por parte de China. En respuesta, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lin Jian, defendió el swap como un aporte a la «estabilidad económica argentina» y urgió a EE.UU. a «contribuir al desarrollo regional».
Este episodio contrasta con el giro pragmático del presidente Milei, quien antes de asumir había cuestionado a China, pero ahora la define como un «socio comercial estratégico». Durante una entrevista en Davos, el mandatario justificó su cambio de postura: «A veces hay que aprender. Si no lo hago, perjudico a los argentinos».
Situación de las Reservas y Próximos Desafíos
Según datos de la consultora EcoGo, las reservas brutas del BCRA alcanzaron un pico de USD 32.903 millones en enero, impulsadas por el blanqueo de capitales y créditos a exportadores. Sin embargo, desde entonces cayeron USD 8.246 millones, y las reservas netas se ubican en torno a USD -12.000 millones, niveles cercanos a los heredados por el actual gobierno.
Con el desembolso inicial del FMI (estimado en USD 12.000 millones) y la renovación del swap, el Ejecutivo busca ganar margen para desarmar las restricciones cambiarias. No obstante, el camino sigue marcado por la volatilidad financiera y las presiones externas.
La renovación del swap con China y las negociaciones con el FMI reflejan la estrategia del Gobierno para estabilizar la economía, aunque los desafíos persisten en un escenario global incierto.