Argentina podría adoptar un tipo de cambio fijo por debajo de los $1.000, según Caputo

Argentina podría adoptar un tipo de cambio fijo por debajo de los $1.000, según Caputo

El ministro de Economía aseguró que el país está en condiciones únicas para estabilizar la moneda y proyectó un crecimiento anual del 8% durante seis años.

En un discurso dirigido a empresarios durante el 11° Foro Económico Latinoamericano, el titular de la cartera económica, Luis Caputo, sorprendió al anunciar que Argentina podría implementar un régimen cambiario fijo con un valor del dólar inferior a los 1.000 pesos. Además, reconoció que la circulación monetaria actual es insuficiente y afirmó que el país tiene potencial para expandirse a un ritmo del 8% anual durante los próximos seis años.

Condiciones históricas para la estabilidad

Caputo destacó que, por primera vez, la nación cuenta con superávit fiscal sin emisión monetaria, un esquema de flotación cambiaria y reservas suficientes en el Banco Central (BCRA) para respaldar una posible convertibilidad. «Nunca antes tuvimos estos elementos combinados», subrayó, insinuando que la cotización podría estabilizarse en un nivel más bajo que el actual.

Falta de liquidez: un desafío clave

El funcionario admitió que la base monetaria actual equivale a solo un tercio de lo requerido en una economía estándar, producto de un diseño deliberado para absorber el exceso de pesos y la escasez de divisas. «Hoy tenemos la mitad de la monetización habitual en Argentina y un tercio de lo normal en otros países», explicó. No obstante, advirtió que para sostener el crecimiento, será esencial inyectar más dinero, aunque bajo dos condiciones:

  1. Que el dólar caiga al mínimo de su banda actual, permitiendo al BCRA comprar divisas emitiendo pesos.
  2. Que los bancos limiten el refinanciamiento de deuda pública y prioricen créditos al sector privado.

Blanqueo de capitales y reducción impositiva

Caputo reiteró su plan de un «blanqueo» de dólares informales para fomentar la remonetización, aunque sin revelar plazos concretos. «Competimos con el dólar, y la gente tiene mucho efectivo oculto. Esto ayudará a impulsar el crecimiento», afirmó.

En cuanto a la carga fiscal, proyectó que, si la economía crece un 6% anual durante siete años, el Estado podría recortar impuestos en 1,5 puntos del PBI por año, devolviendo USD 420.000 millones al sector privado. En un escenario más optimista (8% de crecimiento), la rebaja llegaría a 2 puntos anuales, con un retorno de USD 550.000 millones en seis años y medio.

Una apuesta ambiciosa

Las declaraciones del ministro pintan un futuro prometedor, pero también plantean desafíos: la falta de pesos, la dependencia del dólar y la necesidad de inversiones privadas. Con el anuncio del blanqueo en camino y la promesa de alivio tributario, el Gobierno busca consolidar la confianza en un plan que, de cumplirse, marcaría un hito en la historia económica argentina.

¿Podrá el país sostener este ritmo? La respuesta dependerá de la capacidad para equilibrar la emisión controlada, la acumulación de reservas y el crecimiento sostenido.

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