Caputo extiende la reducción de retenciones para la cosecha fina: un giro frente a la postura inicial de Milei

Caputo extiende la reducción de retenciones para la cosecha fina: un giro frente a la postura inicial de Milei

El Ministerio de Economía prolongó hasta 2026 el recorte impositivo para trigo y cebada, contradiciendo las declaraciones previas del Presidente. La medida busca impulsar las exportaciones ante la crítica escasez de reservas y las metas incumplidas con el FMI.

El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó este miércoles la prórroga de la disminución de derechos de exportación para la cosecha fina, extendiendo el beneficio hasta el 31 de marzo de 2026. La decisión marca un cambio de rumbo respecto a lo anticipado por el presidente Javier Milei, quien había insistido en que la rebaja, vigente desde enero, no se prolongaría más allá de junio. Este movimiento refleja la presión del Gobierno por captar dólares en un contexto de reservas menguantes y dificultades para cumplir con los compromisos asumidos con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Según explicó Caputo a través de su cuenta en X (ex Twitter), la medida abarcará exclusivamente al trigo y la cebada, cuyos envíos al exterior generan aproximadamente USD 4.000 millones anuales, equivalentes al 5% del total exportado por Argentina. No obstante, aclaró que no se aplicará a otros cultivos clave, como la soja, el maíz, el girasol o el sorgo, cuyas alícuotas retomarán los valores establecidos en enero.

Un retroceso inesperado

La extensión sorprende tras las advertencias públicas de Milei hace apenas un mes. En declaraciones a El Observador, el mandatario había emplazado al sector agroexportador«Si tienen que liquidar (divisas), que lo hagan ahora, porque en julio vuelven las retenciones». En esa línea, había subrayado que los recortes eran «transitorios» y que el plazo original no se modificaría.

El viraje abrupto se interpreta como una respuesta a la crisis de reservas. Las arcas del Banco Central registran un descenso sostenido, y el Gobierno enfrenta obstáculos para adquirir dólares en el mercado. Además, el acuerdo con el FMI exige metas de acumulación de divisas que, hasta ahora, parecen inalcanzables.

¿Especulación o necesidad?

Analistas señalan que la medida podría responder a dos factores. Presión del sector agrícola, que reclama señales claras para planificar la siembra. Urgencia fiscal, dada la caída en la recaudación y los vencimientos de deuda.

    Mientras el oficialismo insiste en que se trata de un incentivo para aumentar las exportaciones, críticos apuntan a una contradicción en el discurso de ajuste. Lo cierto es que el frente económico de La Libertad Avanza enfrenta un dilema: equilibrar las cuentas sin ahogar al único sector que hoy genera ingresos genuinos en dólares.

    Conclusión: La extensión de las retenciones bajas expone las tensiones internas del Gobierno entre la ortodoxia prometida y la realidad de un faltante de divisas. Con el campo como principal aliado –y a la vez, cuestionado–, la administración de Milei navega aguas turbulentas en su primer año de gestión.

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