El Presidente calificó a los contribuyentes en falta como «valientes» y cuestionó a quienes cumplen con sus obligaciones fiscales, en una postura que choca con los estándares internacionales contra el lavado de dinero.
En una declaración que generó revuelo y críticas, el presidente Javier Milei volvió a elogiar a quienes evaden impuestos, tildándolos de «héroes», y sugirió que los ciudadanos que cumplen con sus obligaciones tributarias carecieron de «astucia» o «coraje» para evitar pagar. Durante una entrevista televisiva, el mandatario no solo reafirmó su apoyo a los evasores, sino que además insinuó que su próximo plan de regularización de capitales —similar a un blanqueo, pero sin multas— premiará a quienes ocultaron sus fondos.
Un discurso disruptivo
Milei justificó su postura con un razonamiento poco convencional: «¿Qué es ilícito? Los que intentaron defenderse de políticos corruptos son héroes, no delincuentes», afirmó. Y agregó: «Al narcotráfico se lo combate con seguridad, no con la economía. Pero a quien evade impuestos, ¿lo castigamos por escapar de un sistema opresivo?». Sus palabras resonaron como un cuestionamiento directo a la ética fiscal, al sugerir que eludir impuestos sería un acto legítimo de resistencia.
Sobre quienes sí pagaron sus tributos, el Presidente fue contundente: «Lamento que no hayan podido evadirse, pero el otro [el evasor] no actuó mal. Es envidia. Si todos hubieran escapado, los políticos no habrían podido robar». Esta analogía, que equipara el sistema tributario con una «cárcel», generó rechazo entre expertos en derecho financiero.
Un blanqueo sin costo
Milei confirmó que avanzará con una medida para que los argentinos legalicen dólares no declarados «sin pagar impuestos», argumentando que busca «liberar el dinero de la gente». Sin embargo, la iniciativa —que podría implementarse por decreto— preocupa por su posible impacto en la lucha contra el lavado de activos.
Críticas internacionales y riesgos
La posición del Presidente contradice abiertamente los lineamientos de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), que consideran la evasión y la opacidad financiera como amenazas globales. En un informe reciente, el GAFI señaló que Argentina debe «intensificar la persecución del lavado de dinero», especialmente el vinculado a corrupción y narcotráfico.
Adrián Falco, especialista en justicia fiscal, advirtió que este tipo de medidas «envían un mensaje peligroso: normalizan la idea de que no declarar ingresos no tendrá consecuencias». Para él, la estrategia desincentiva la transparencia y beneficia a quienes históricamente eludieron sus responsabilidades.
¿Héroes o irresponsables?
Mientras Milei insiste en romper con lo que llama «el statu quo del saqueo estatal», sus afirmaciones reavivan el debate sobre la moralidad fiscal y los límites de la lucha contra la evasión. Lo cierto es que, más allá de la retórica, su postura coloca a Argentina en una posición delicada frente a los compromisos internacionales de transparencia financiera. La pregunta que queda flotando es: ¿premiar la clandestinidad es realmente el camino para construir un sistema económico más justo?