El entrenador de la Albiceleste incluyó al joven zaguero de Belgrano para la doble fecha eliminatoria, buscando reforzar un sector afectado por bajas y suspensiones.
La Selección Argentina se prepara para enfrentar los últimos compromisos de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026, y Lionel Scaloni ha decidido darle una oportunidad a una de las revelaciones del fútbol local. Mariano Troilo, defensor de Belgrano de Córdoba, recibió su primera convocatoria al combinado nacional, en una movida que refleja la búsqueda de alternativas en un sector clave.
Con la ausencia confirmada de Lisandro Martínez, quien aún se recupera de una grave lesión en la rodilla, y la decisión de prescindir de Germán Pezzella por su bajo rendimiento, el cuerpo técnico enfrenta un desafío en el eje defensivo. A esto se suma la suspensión de Nicolás Otamendi, lo que deja un vacío importante en la zaga. En este contexto, la inclusión de Troilo surge como una apuesta al futuro, aunque también como una solución inmediata.
A sus 21 años, el cordobés ha demostrado un crecimiento notable en el Torneo Apertura, consolidándose como uno de los pilares de Belgrano. Con una estatura de 1,94 metros, combina fortaleza física con una destacada capacidad de anticipación, cualidades que lo asemejan a Cristian Romero, aunque con un perfil menos técnico en la salida. Su evolución no ha pasado desapercibida: además del interés de Scaloni, clubes como Racing ya han mostrado su intención de incorporarlo.
Aunque su debut ante Chile o Colombia parece improbable, su presencia en el plantel abre las puertas a una posible continuidad. Con la clasificación al Mundial ya asegurada, Scaloni aprovechará estos encuentros para evaluar nuevas caras, y Troilo tiene la chance de demostrar que puede ser una pieza clave en el futuro de la Albiceleste.
