Tinder incorpora filtros por altura: ¿El físico determina el amor?

Tinder incorpora filtros por altura: ¿El físico determina el amor?

La popular aplicación de citas lanza una función que prioriza las preferencias físicas, generando debate entre usuarios y especialistas.

Tinder, una de las plataformas de encuentros más utilizadas a nivel global, ha decidido implementar una novedad que promete revolucionar la manera en que los usuarios buscan pareja. Se trata de la posibilidad de filtrar potenciales matches según su estatura, una característica largamente demandada por una parte de su comunidad. Aunque no opera como un mecanismo excluyente, sí influye en las recomendaciones que aparecen al deslizar perfiles.

Por el momento, la herramienta está disponible exclusivamente para quienes cuentan con suscripciones Gold y Platinum, dejando fuera a los usuarios de la versión gratuita. La empresa aclaró que esto no implica que solo se mostrarán opciones acordes a los parámetros físicos establecidos, pero sí aumentará la prevalencia de aquellos que cumplan con los requisitos buscados.

La altura como requisito: una tendencia en alza

La decisión no es casual. Según datos proporcionados por Match Group, matriz de Tinder, la falta de esta función habría contribuido a una caída del 5% en suscriptores de pago durante el último año. Además, revelaron que la demanda de filtrar por altura provino, en su mayoría, de mujeres.

Esta preferencia no es nueva en el mundo de las citas digitales. Investigaciones previas señalan que, culturalmente, existe un sesgo que favorece a los hombres de mayor estatura. Plataformas como Bumble y OkCupid ya han documentado esta tendencia, donde un porcentaje significativo de usuarias establece como mínimo 1,83 metros para sus posibles parejas, reduciendo considerablemente el abanico de opciones.

Polémica y defensa: ¿Discriminación o libertad de elección?

La medida no estuvo exenta de críticas. En redes sociales y foros como Reddit, algunos usuarios calificaron el cambio como «discriminatorio», argumentando que refuerza estereotipos físicos. «Muchas mujeres ni siquiera pagan por estas apps, porque ya tienen más opciones que los hombres», comentó un usuario. Sin embargo, otros defendieron la actualización, alegando que nadie debería sentirse obligado a interactuar con alguien que no le resulta atractivo.

Frente a las acusaciones, los desarrolladores de Tinder insistieron en que el objetivo es brindar mayor personalización, respetando las preferencias individuales. «La atracción es subjetiva, y cada quien tiene derecho a elegir con quién conectarse», sostuvieron.

Mientras el debate continúa, lo cierto es que esta innovación refleja una realidad ineludible: en el mundo de las citas online, el físico sigue siendo un factor determinante. La pregunta que queda flotando es hasta qué punto estas herramientas alimentan estándares poco realistas o simplemente adaptan la tecnología a los deseos, muchas veces implacables, de sus usuarios.

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