El sindicato ATEPSA ratificó un cronograma de medidas de fuerza que afectará vuelos en julio, coincidiendo con el receso escolar en varias provincias. Acusan al Estado de no dar respuestas tras diez meses de conflicto.
La disputa entre los controladores aéreos agrupados en la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) y las autoridades nacionales se profundiza. Los trabajadores, que exigen mejoras salariales, confirmaron una serie de interrupciones en los servicios durante julio, impactando especialmente en los fines de semana del período vacacional invernal.
Desde el gremio señalaron que las acciones comenzarán el próximo 11 de julio a las 12:00 horas, extendiéndose en distintos horarios hasta finalizar el mes. Las fechas elegidas coinciden con el receso escolar en múltiples jurisdicciones, lo que podría alterar los viajes de miles de pasajeros. En provincias como Chubut, Córdoba, Mendoza y Santa Fe, las vacaciones transcurren entre el 7 y el 18 de julio, mientras que en Buenos Aires y la Ciudad Autónoma el descanso será del 21 de julio al 1 de agosto.
Un conflicto que se prolonga
Los representantes sindicales aseguran que llevan diez meses sin obtener respuestas por parte de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC) y la Subsecretaría de Transporte Aéreo. Además, acusan a las autoridades de difundir informes «tendenciosos» para desacreditar las protestas y obstruir el derecho a huelga.
«Agotadas todas las instancias administrativas, no nos queda más alternativa que ratificar este plan de lucha», expresaron en un comunicado. Las medidas adoptadas implicarán la retención de servicios esenciales, lo que derivará en restricciones para el despegue de aviones, la autorización de movimientos en pista y la gestión de planes de vuelo. No obstante, se garantizarán las operaciones vinculadas a emergencias, vuelos sanitarios, misiones humanitarias y rescate.
Posible escalada del conflicto
La situación podría complicarse aún más, ya que este 10 de julio se realizará una asamblea conjunta con los otros cuatro gremios aeronáuticos (APLA, UPSA, APA y Aeronavegantes) para evaluar acciones coordinadas. Los sindicatos advierten que el sector enfrenta una crisis que pone en riesgo «la soberanía aérea, los puestos de trabajo y la seguridad operacional».
«El contexto exige una respuesta unificada y contundente», remarcaron, dejando entrever que los paros actuales podrían ser solo el inicio de un plan más amplio de protestas. Mientras tanto, los pasajeros que planifiquen viajes en las próximas semanas deberán estar atentos a posibles cancelaciones o demoras en los vuelos afectados por las medidas.
