Lanús se impuso por la mínima ante Fluminense y tomará una preciada ventaja para la vuelta en el mítico Maracaná.
Club Atlético Lanús consiguió una victoria crucial al imponerse por 1-0 frente a Fluminense de Brasil, en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Bajo las luces del Estadio Ciudad de Lanús – Néstor Díaz Pérez, el equipo local, último representante argentino en la competición, demostró mayor contundencia y eficacia para doblegar a un rival que lució estéril en su juego ofensivo pese a su amplia posesión del esférico.
Desde el pitido inicial, el conjunto dirigido por Mauricio Pellegrino mostró sus intenciones con un ritmo elevado y una presión agresiva, buscando desde el primer momento quebrar la defensa visitante. La principal amenaza surgió constantemente de los pies de Marcelino Moreno, quien se erigió como el cerebro y el verdugo del equipo local. Por su parte, el Fluminense, cargado de la presión de revalidar su prestigio internacional, monopolizó el balón pero careció por completo de ideas y profundidad para concretar sus aproximaciones, dilapidando su dominio con una inocencia pasmosa.
La primera oportunidad clara de peligro correspondió al Granate, cuando un potente remate de Sasha Marcich rozó el travesaño. El flanco izquierdo se consolidó como el canal preferente de ataque local, con Moreno y Eduardo Salvio desbordando una y otra vez a su marcador, Guga, quien vivió una noche de auténtica pesadilla. La respuesta del cuadro carioca fue esporádica; un lejano disparo de Hércules que pasó rozando el poste y, sobre todo, una imperdonable falla de Rene en los instantes previos al descanso, que perdonó milagrosamente al elenco local.
Al regresar del vestuario, el encuentro adoptó un nuevo guion. Lanús optó por un repliegue estratégico, cedió la iniciativa y desafió al Tricolor a desequilibrar la balanza. Sin embargo, el equipo brasileño continuó mostrando una pasmosa timidez. La aparición de Moreno, otra vez, fue la chispa que reavivó al equipo argentino, que comenzó a inclinar de nuevo el terreno de juego a su favor.
La recompensa al esfuerzo y la paciencia táctica llegó en los minutos finales. En una transición veloz y letal, Agustín Cardozo robó un balón y filtró un pase magistral a Dylan Aquino. El joven asistente aguantó con inteligencia y habilitó a Eduardo Salvio, cuyo centro preciso al segundo palo fue conectado con un testarazo imparable por el inevitable Marcelino Moreno, desatando el éxtasis en la tribuna.
Con este triunfo ajustado pero merecido, Lanús viajará a Río de Janeiro con una ventaja mínima pero psicológicamente enorme. La vuelta se disputará el próximo martes 23 de septiembre, a las 21:30 horas, en el colosal Estadio Maracaná, donde el Fluminense deberá remontar si no quiere ver frustradas sus aspiraciones internacionales.
