La designación de Pilar Ramírez como nueva coordinadora política de La Libertad Avanza generó un inmediato cruce con María Eugenia Talerico y revivió viejos conflictos, en medio de una reestructuración comandada por Santiago Caputo.
La reciente derrota electoral en la provincia de Buenos Aires impulsó a Javier Milei a reordenar las filas de su espacio político. En una jugada estratégica, el líder libertario decidió otorgar mayor poder a dos figuras centrales: el operador Santiago Caputo y la diputada de origen kirchnerista Pilar Ramírez, quien asumió formalmente como la nueva coordinadora política de La Libertad Avanza.
Este movimiento no estuvo exento de polémica y desató de inmediato un fuerte enfrentamiento en las redes sociales entre la flamante coordinadora y María Eugenia Talerico, hasta entonces una de las referentes más visibles del partido. El cruce, cargado de insinuaciones y reproches, incluyó acusaciones mutuas a través de supuestos “carpetazos” que buscaban devaluar la imagen de la contraparte.
La tensión se vio agravada por la intervención del economista Ramiro Marra, quien desde su cuenta de Twitter publicó un mensaje críptico que inmediatamente fue leído como un recordatorio de su propia expulsión del espacio que integraba. Marra aludió a los métodos que, según su visión, caracterizan a la nueva cúpula, sugiriendo que su salida fue el resultado de maniobras similares.
Este episodio deja al descubierto las profundas grietas y las pugnas de poder que atraviesan al movimiento libertario tras el revés en las urnas. La llegada de Ramírez, con su pasado en el kirchnerismo, simboliza una reorientación táctica que no ha sido bien recibida por todos los sectores internos, poniendo en evidencia los desafíos que Milei enfrenta para unificar su espacio en un contexto de alta volatilidad política.
