El piloto argentino se medirá en el Circuito de las Américas, escenario de su hazaña pasada, en una cita modificada. Mientras busca adaptarse a un monoplaza complicado, sus palabras sobre el futuro avivaron la esperanza de una titularidad en 2026.
Franco Colapinto se apresta a librar una batalla singular en el Circuito de las Américas. El piloto argentino tomará parte del Gran Premio de Estados Unidos de la Fórmula 1, una prueba que presenta un formato ajustado y que representa un nuevo examen sobre su adaptación al complicado monoplaza de Alpine.
La actividad comenzará este viernes con una única sesión de entrenamientos, seguida de manera inmediata por la clasificación que definirá el orden de partida para la carrera sprint. Este calendario comprimido exige una puesta a punto rápida y eficaz, un desafío adicional para el joven talento, quien deberá extraer el máximo rendimiento de su vehículo en un lapso reducido.
El escenario, el emblemático circuito de Austin con sus 5.116 kilómetros de trazado y veinte curvas, evoca un grato recuerdo para Colapinto. Fue en este mismo asfalto donde, la temporada anterior vistiendo los colores de Williams, protagonizó una de sus mejores actuaciones al ascender desde la decimoquinta posición hasta un meritorio décimo puesto, anotando así su primer punto en la máxima categoría.
No obstante, el presente dibuja un panorama radicalmente distinto. La conducción del Alpine se ha convertido en un obstáculo constante, al tratarse del automóvil menos competitivo de la grilla. Hasta el momento, el argentino no ha logrado sumar unidades al campeonato, siendo su resultado más cercano un undécimo lugar en el Gran Premio de los Países Bajos.
Consultado durante la conferencia de prensa que dio inicio a las actividades, Colapinto se mostró prudente al evaluar su evolución. “La situación ha mejorado. Al principio me costó manejar, me era difícil hallar la consistencia del coche. Recién ahora estoy comenzando a hallar mi ritmo. Ha sido un proceso arduo”, reconoció el piloto.
Sin embargo, fue una reflexión posterior la que generó mayor expectativa entre sus seguidores. Al referirse al futuro y a la posibilidad de formar parte de la plantilla oficial de Alpine junto a Pierre Gasly en 2026, Colapinto lanzó un mensaje ilusionante: “Solo debo perseverar en esta línea. Es alentador comprobar que existe motivación para continuar esforzándose y descubrir nuevas oportunidades en el auto. Confío plenamente en que el coche del próximo año será veloz”. Pese a este optimismo, el piloto fue realista al admitir que su confirmación para la próxima temporada depende de un continuo “trabajo y crecimiento”.
El Gran Premio de Estados Unidos adquiere una relevancia extra al ser una de las citas finales del campeonato. En la lucha global, el australiano Oscar Piastri (McLaren) encabeza la clasificación con 336 puntos, manteniendo una ventaja de 22 unidades sobre su compañero de equipo, el británico Lando Norris. Mientras tanto, el tetracampeón Max Verstappen (Red Bull) busca recortar una desventaja de 63 puntos para mantener vivas sus opciones al título.
Tras la intensa jornada del viernes, la acción en Austin proseguirá el sábado con la carrera sprint y la clasificación para el Gran Premio, que tendrá su episodio definitivo el domingo, en una cita donde Colapinto buscará superar las limitaciones de su máquina y dar un paso al frente en su incipiente trayectoria en la F1.