Con la novedad de la Boleta Única de Papel y una oferta política fragmentada, los comicios del 26 de octubre renovarán 127 diputados y 24 senadores, en un pulso clave para los dos años finales de la administración de Javier Milei.
El próximo domingo 26 de octubre, la ciudadanía se apresta a concurrir a las urnas para dirimir la composición del Poder Legislativo nacional, en unos comicios que marcarán el rumbo de los dos últimos años de gestión del presidente Javier Milei. La jornada electoral estará signada por una modificación sustancial en el mecanismo de votación: la implementación de la Boleta Única de Papel, que reemplazará a los sobres y papeletas partidarias tradicionales.
En el ámbito de la Cámara Baja, se pondrán en juego 127 bancas, cuyos ocupantes ejercerán mandatos de cuatro años. Simultáneamente, en la Cámara Alta se renovarán 24 escaños, correspondientes a las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires, donde cada distrito elegirá tres senadores. Los mandatos para el Senado se extenderán por un período de seis años.
La campaña ha estado marcada por fuertes tensiones y reconfiguraciones en el mapa político. La Libertad Avanza, el espacio oficialista, atravesó un contratiempo significativo en la provincia de Buenos Aires, donde la Justicia denegó la reimpresión de las boletas para incluir al diputado Diego Santilli, quien debió suplantar al original candidato José Luis Espert, envuelto en graves acusaciones por su presunta vinculación con una red de narcotráfico. Esta situación ha generado un escenario de complejidad para la fuerza en el distrito electoral más grande del país.
Frente al oficialismo, el peronismo ha logrado articular una amplia unidad bajo la marca «Fuerza Patria». En la provincia de Buenos Aires, la lista de aspirantes a diputados es encabezada por el experimentado Jorge Taiana, acompañado por figuras como Vanesa Siley y Hugo Moyano hijo. Para la Capital Federal, el espacio presenta a Itai Hagman liderando la nómina de diputados, mientras que Mariano Recalde buscará mantener su escaño en el Senado.
Una de las novedades más destacadas de esta elección es la alianza estratégica entre La Libertad Avanza y el PRO en la mayoría de los distritos, sellando una unión que redefine el espacio opositor no kirchnerista. No obstante, el PRO decidió competir con listas propias en tres provincias: Córdoba, Río Negro y Santa Cruz, demostrando ciertas fisuras en el bloque.
Por otro lado, un conjunto de gobernadores ha conformado la alianza «Provincias Unidas», presentándose como una alternativa de centro. En la provincia de Buenos Aires, este frente llevará como candidatos a Florencio Randazzo, Margarita Stolbizer y Emilio Monzó. En Córdoba, la lista es encabezada por el exgobernador Juan Schiaretti.
La izquierda, por su parte, se presenta a través del Frente de Izquierda, con Nicolás Del Caño y Myriam Bregman como principales referentes en los distritos de Buenos Aires y la Capital, respectivamente. Asimismo, el espacio Nuevo MAS, liderado por Manuela Castañeira, competirá en trece provincias.
El cierre de las listas también dejó espacio para candidaturas testimoniales y de espacios locales. El intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, se postulará con su espacio Unión Federal, mientras que el radical Ricardo Alfonsín encabeza una lista en Buenos Aires con el objetivo declarado de «ponerle un límite» al Presidente en el Congreso.
Con la Boleta Única de Papel como gran protagonista, los votantes se encontrarán en el cuarto oscuro con una extensa tira que contendrá a todos los partidos y categorías, debiendo marcar con una cruz su preferencia para que el sufragio sea válido. Este domingo, el resultado no solo reconfigurará las bancadas, sino que definirá la intensidad de la pulseada política que enfrentará el Gobierno nacional durante el tramo final de su mandato.