Una medida tecnológica obligará a migrar a dispositivos más modernos a los usuarios de modelos con más de diez años en el mercado. La seguridad y el avance de las funciones de la aplicación justifican la decisión.
La plataforma de mensajería instantánea más popular del mundo se prepara para dar un paso irreversible que dejará en el olvido digital a una generación completa de teléfonos inteligentes. A partir del 31 de octubre y a lo largo de noviembre, WhatsApp cesará su funcionamiento en una amplia gama de modelos antiguos de Android y iPhone, un movimiento que afectará a miles de usuarios globalmente y que marca el fin de una era para dispositivos que ya no pueden seguir el ritmo de la evolución tecnológica.
Esta decisión, impulsada por Meta Platforms, la empresa propietaria de la aplicación, no es caprichosa sino que obedece a una lógica de progreso. La incorporación permanente de funciones avanzadas de cifrado, junto con mejoras críticas en la infraestructura y las capas de seguridad, demanda requisitos técnicos que los equipos con más de una década de antigüedad simplemente no pueden satisfacer. El ecosistema digital actual exige estándares de protección de datos que las versiones obsoletas de software, abandonadas por sus fabricantes y carentes de parches de seguridad, no pueden garantizar, dejándolas expuestas a vulnerabilidades y posibles brechas.
El impacto se sentirá con fuerza en modelos emblemáticos de su tiempo. Entre los dispositivos Android que perderán el soporte se encuentran veteranos como el Samsung Galaxy S3, el Motorola Moto G de primera generación, el LG Optimus G o el Sony Xperia Z. Por el lado de Apple, la aplicación dejará de operar en los iPhone 5, 5C, 5S, 6 y 6 Plus que no hayan podido actualizarse a una versión de iOS superior a la 15.1. Cabe destacar que esta medida no afecta oficialmente a las tablets, ya que WhatsApp no cuenta con una versión nativa para estos dispositivos.
La transición hacia la incomunicación no será siempre brusca. Muchos usuarios experimentarán inicialmente fallos intermitentes, lentitud generalizada y dificultades para enviar mensajes o abrir conversaciones. Sin embargo, el desenlace final será la imposibilidad total de acceder al servicio. La compañía enfatiza que este proceso está meticulosamente planificado y tiene como objetivo primordial salvaguardar la integridad de la información de millones de personas.
Para aquellos que posean uno de estos aparatos afectados, el camino a seguir presenta dos alternativas. La primera y más sencilla es verificar si el dispositivo admite una actualización del sistema operativo. De ser así, instalar la última versión disponible de Android o iOS podría restaurar la compatibilidad. No obstante, para una gran cantidad de estos teléfonos, las limitaciones de hardware hacen imposible esta opción, convirtiendo la migración hacia un equipo nuevo en la única solución viable.
En este escenario, se recomienda encarecidamente realizar una copia de seguridad manual de todas las conversaciones y archivos multimedia en servicios en la nube como Google Drive o iCloud antes de realizar el traspaso. Finalmente, la empresa advierte sobre los graves peligros de recurrir a aplicaciones modificadas o no oficiales, una práctica que compromete severamente la privacidad y puede convertir al usuario en blanco de ciberataques y fraudes.