Tras 21 jornadas sin participar, la autoridad monetaria inyectó divisas para contener la brecha cambiaria. Las reservas sufrieron un abrupto descenso, marcando un complejo escenario financiero a días de los comicios.
En un movimiento que rompió con una prolongada inactividad, el Banco Central de la República Argentina se vio forzado este martes a desprenderse de 45,5 millones de dólares con el propósito de detener la embestida alcista de la moneda estadounidense e impedir que traspasara el límite superior de la banda cambiaria. Esta decisión constituye la primera intervención formal del organismo en el mercado de cambios después de más de un mes, interrumpiendo una seguidilla de veintiuna ruedas consecutivas sin presencia activa. La última ocasión en la que había operado fue el viernes 19 de septiembre, cuando realizó una erogación significativamente mayor.
La crítica situación del mercado monetario se agrava por un dato adicional de extrema gravedad: las reservas internacionales del país experimentaron un desplome cercano a los 800 millones de dólares en comparación con el cierre del día lunes. De acuerdo con el informe diario, el nivel de reservas se situó en 40.539 millones de dólares. Fuentes próximas a la autoridad monetaria explicaron que esta pronunciada caída se atribuye a una combinación de factores, entre los que se destacan una sustancial merma en las cotizaciones de los activos que componen el portafolio, un desembolso destinado a la Corporación Andina de Fomento y las propias ventas de divisas realizadas.
Este regreso a la intervención directa se produce en un contexto de alta sensibilidad, a apenas cinco jornadas de las elecciones legislativas y luego de la formalización de un acuerdo de canje financiero con el Tesoro de Estados Unidos por 20.000 millones de dólares, un instrumento diseñado precisamente para fortalecer el nivel de reservas. No obstante, estas medidas no han logrado aplacar la marcada tendencia dolarizadora que manifiestan los ahorristas, quienes continúan buscando refugio en la divisa norteamericana.
En los paneles de operaciones, el dólar oficial registró un avance firme, cerrando en 1.465 pesos para la adquisición y 1.515 para la venta en la ventanilla del Banco Nación, lo que representa un incremento de veinte pesos respecto de la jornada anterior. Así, la divisa estadounidense quebró la barrera psicológica de los 1.500 pesos en su valor de venta al público, acumulando una suba de cuarenta pesos desde el inicio de la semana, en medio de un clima de notable volatilidad.
Cabe destacar que las declaraciones de apoyo del secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, quien justificó su respaldo al mencionar el interés estratégico de Estados Unidos en una Argentina estable y la gestión del presidente Javier Milei para revertir «políticas económicas irresponsables», resultaron insuficientes para calmar los ánimos del mercado.
El nerviosismo se extendió a todas las variantes de la moneda. El dólar blue anotó una suba del 1,9%, cotizándose en 1.525 pesos para la compra y 1.545 para la venta. Paralelamente, en el segmento mayorista, la divisa escaló hasta los 1.486,5 pesos. Los tipos de cambio financieros no se mantuvieron al margen: el dólar MEP avanzó un 1,8% hasta 1.580,1 pesos, mientras que el Contado con Liquidación (CCL) trepó un 1,9%, superando holgadamente la frontera de los 1.600 pesos. Este panorama consolida un escenario de elevada presión sobre el signo monetario local en la antesala de un evento electoral crucial.