La Boleta Única de Papel se estrena este domingo en las elecciones legislativas, marcando un hito en la transparencia y simplificación del acto electoral. Las autoridades aseguran que el sistema, probado en Mendoza, garantiza un escrutinio más ágil y confiable.
Por primera vez en los anales de la democracia argentina, las elecciones legislativas nacionales se desarrollarán bajo el innovador sistema de Boleta Única de Papel (BUP). Este cambio de paradigma, impulsado por la Ley 27.781 sancionada a principios de octubre del año pasado, transformará la mecánica de votación en los comicios del próximo domingo 26 de octubre, donde la ciudadanía elegirá la mitad de los miembros de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.
El coordinador de Procesos Electorales de la Cámara Nacional Electoral (CNE), Manuel Mogni, detalló en declaraciones a la prensa que el nuevo formato elimina por completo la utilización de sobres y simplifica de manera notable el ritual de votar. “No será necesario emplear sobres ni trasladar ningún elemento desde el hogar. El único requisito es presentar el documento de identidad”, precisó el funcionario. La autoridad de mesa facilitará al elector la boleta oficial y un instrumento de escritura común para que efectúe su elección.
Mogni fue enfático al remarcar que “la única boleta válida es la que se entrega en la mesa”, despejando así cualquier duda sobre el procedimiento. Asimismo, recalcó que se sugiere realizar una cruz o un tilde dentro del recuadro designado para tal fin. “Dado que el espacio es pequeño, es crucial evitar marcas de gran tamaño que puedan generar ambigüedades o interpretaciones erróneas”, advirtió. Ante un eventual error, el votante tiene la posibilidad de solicitar una nueva boleta de inmediato y sin complicaciones.
El Ritual de la Nueva Votación
El día de los comicios, los centros de votación abrirán sus puertas a las 8:00 y permanecerán operativos hasta las 18:00. Cada ciudadano deberá concurrir al lugar que le fue asignado –información que puede verificarse en el portal web de la CNE o mediante la aplicación Mi Argentina– portando únicamente su Documento Nacional de Identidad. Tras acreditar su identidad, el presidente de mesa le proveerá la Boleta Única y un bolígrafo, autorizándolo a ingresar a la cabina de votación, la cual sustituye al antiguo cuarto oscuro.
Este documento unificado reúne en una sola hoja la totalidad de las listas de partidos y postulantes, estructuradas en columnas verticales que representan a cada agrupación política y en filas horizontales que distinguen la categoría del cargo en disputa. Adyacente a cada opción, se encuentra un casillero en blanco destinado a consignar la preferencia. Una vez emitido el sufragio, el individuo deberá plegar la boleta de acuerdo con las instrucciones impresas en su reverso, verificando que la firma de la autoridad de mesa permanezca visible. El paso final consiste en depositar el voto en la urna y estampar la rúbrica en el padrón electoral.
“La metodología ha sido concebida para resultar sencilla e intuitiva. Además de los nombres de los candidatos y las listas, las agrupaciones estarán identificadas mediante colores y fotografías”, explicó Mogni. Para aquellos votantes que así lo requieran, se mantiene la posibilidad de ingresar a la cabina acompañado, respetando la normativa vigente de asistencia.
Una Transición con Pedagogía
Desde la Cámara Nacional Electoral se enfatizó que este modelo se fundamenta en la exitosa experiencia de la provincia de Mendoza, pionera en la implementación de la Boleta Única de Papel. “En una fase inicial, se registró un porcentaje de votos nulos o en blanco atribuible al desconocimiento del sistema. No obstante, desde la promulgación de la ley nacional, hemos desplegado una intensa labor de capacitación dirigida a la ciudadanía”, aseguró Mogni.
El coordinador electoral afirmó con contundencia que “existen todas las condiciones para desarrollar un escrutinio ágil y confiable”, subrayando que el nuevo mecanismo disminuye la cantidad de papeletas a manipular y previene las confusiones inherentes al formato tradicional. En aquellos distritos donde solo se elegirá una categoría de cargo, se anticipa que el proceso de conteo será aún más expedito. Con este trascendental paso, Argentina avanza hacia la modernización de su sistema electoral, consolidando los cimientos de su vida democrática.
