Represión a Jubilados en el Congreso: Un Anciano Resulta con Fracturas y Denuncian Abuso Desmedido

Represión a Jubilados en el Congreso: Un Anciano Resulta con Fracturas y Denuncian Abuso Desmedido

Fuerzas federales y policías porteños atacaron una manifestación pacífica de personas mayores. Egidio Contreras, de 74 años, fue lanzado violentamente contra la vereda y sufre una fractura que requiere cirugía. La Comisión Provincial por la Memoria presentó una denuncia penal, mientras que los testigos relatan una actuación irracional y desproporcionada de los efectivos.

Una nueva jornada de protesta de jubilados frente al Congreso Nacional se vio empañada por un despliegue de fuerza desmedido y actos de represión. Las fuerzas de seguridad, bajo el mando del Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich y de la jefatura de gobierno porteño de Jorge Macri, cargaron contra un grupo de personas mayores que se manifestaba de manera habitual.

El saldo de la intervención dejó como víctima más grave a Egidio Contreras, un hombre de 74 años que debió ser hospitalizado y será intervenido quirúrgicamente a causa de una fractura en su brazo. El hecho, capturado en videos por testigos, motivó que la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) interpusiera una denuncia penal contra efectivos de la Policía Federal. Desde el organismo se subrayó que el ataque fue completamente injustificado e inesperado, constituyendo una prueba irrefutable de la irracionalidad, la desproporción y el abuso de poder que caracterizó el operativo.

La desproporción numérica entre manifestantes y agentes fue abismal. Según datos recabados por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, mientras los jubilados no superaban las quinientas personas, los efectivos desplegados se contaban por más de ochocientos. Detrás del perímetro vallado se conglomeraban miembros de la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria, respaldados por unidades motorizadas y camiones hidrantes. A este imponente operativo se sumaron trescientos policías de la ciudad, que en conjunto triplicaban a los ancianos concentrados.

Al salir del Hospital Ramos Mejía, Contreras relató con conmoción el momento del ataque. “Me agarraron y me tiraron como un misil. Volé con la cabeza hacia adelante y las piernas estiradas. Muchos compañeros vieron cómo caí. Los voy a denunciar porque se les veía la cara”, declaró el hombre, quien reside en Avellaneda y participa semanalmente de las movilizaciones con una whipala sobre sus hombros. “Aquí, en el hospital, me confirmaron que debo ser operado por la fractura. La forma en que me lanzaron demuestra el ensañamiento que tienen con nosotros”, agregó con amargura.

Este no es un episodio aislado en la experiencia de Contreras. Según su propio testimonio, desde el inicio de la actual administración nacional ha sido gaseado en trece oportunidades. En una ocasión anterior, el accionar de gendarmes le provocó la fractura de una costilla a causa de varios bastonazos. “Mi mochila amortiguó los golpes, de lo contrario me hubiesen destrozado los pulmones”, recordó. Al evocar aquellos hechos, afirmó con determinación: “Volvió a tocarme a mí, se han ensañado con los ancianos. Andaré con el brazo lastimado, seré un discapacitado más, pero no voy a abandonar la lucha”.

Otros asistentes corroboraron la versión de una agresión gratuita. Ramón «Chúcaro» Ferreyra, integrante de Jubilados Insurgentes, detalló que la policía inició las provocaciones y los empujó con escudos contra la pared. Aclaró que la columna de manifestantes circulaba por la vereda, no por la calzada, pero el avance se vio obstruido por vehículos policiales que ocupaban parte del espacio peatonal, lo que generó un embotellamiento y facilitó el hostigamiento y los insultos por parte de los uniformados.

Por su lado, Rubén Cocurullo señaló que la convocatoria fue menor de lo habitual, atribuyendo este hecho a la crítica situación económica que impide a muchos jubilados costear el transporte público a fin de mes. Con indignación, cuestionó la prioridad del gobierno: “En lugar de enviar a Gendarmería a controlar el narcotráfico en la frontera, la movilizan para reprimir al pueblo”. Finalmente, expresó su esperanza de que estos hechos tengan una consecuencia electoral para la ministra Bullrich y que la ciudadanía perciba a quienes, en sus palabras, representan la verdadera “casta mafiosa”.

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