Una Banca en la Cancillería: El Gobierno Afianza su Vínculo con JP Morgan

Una Banca en la Cancillería: El Gobierno Afianza su Vínculo con JP Morgan

La designación de Pablo Quirno como canciller consolida la influencia de las finanzas globales en la política exterior argentina. Hombre de confianza de Luis Caputo y exejecutivo del banco de inversión, su llegada anticipa una diplomacia al servicio del mercado.

El Gobierno Acelera su Giro Financiero con un Canciller Salido de las Torres de Wall Street

La gestión del presidente Javier Milei atraviesa una reconfiguración imprevista. Lo que en un principio estaba planeado para después de los comicios, se desató de manera abrupta, forzando un cambio de gabinete que revela la profundización de un rumbo estratégico. En un movimiento sorpresivo, la Casa Rosada no solo aceptó la renuncia del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, sino que también anunció el reemplazo del canciller Gerardo Werthein.

La silla vacante en el Palacio San Martín será ocupada por Pablo Quirno, hasta ahora secretario de Finanzas y brazo derecho del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo. Este nombramiento no es un simple cambio de carteras, sino la señal más clara de la hegemonía que ejercen los cuadros técnicos vinculados a las altas finanzas en la administración libertaria. La designación representa el desembarco definitivo de JP Morgan en el corazón de la política exterior argentina.

La noticia llega apenas cuarenta y ocho horas después de que el flamante canciller anunciara que sus antiguos empleadores serían los asesores en una millonaria operación de recompra de deuda, un negocio que reportará suculentas comisiones para la entidad financiera. Desde el oficialismo se defiende la elección argumentando que Quirno, un exbanquero formado en la Universidad de Pensilvania y socio histórico de Caputo, es la persona idónea para atraer las inversiones que motorizarán lo que denominan “la segunda etapa del plan económico”.

El comunicado presidencial no escatimó elogios, definiéndolo como una “pieza fundamental en la construcción del milagro argentino”. El texto oficial subraya que, con esta designación, Milei busca “profundizar el vínculo entre la Cancillería y el Ministerio de Economía”, imprimiendo una “visión pro mercado” a la gestión de la política exterior.

La trayectoria de Quirno es un reflejo de las puertas giratorias entre el sector financiero internacional y el Estado. Con más de tres décadas de experiencia, forjó su carrera en JP Morgan, donde dirigió las operaciones para América Latina durante diecisiete años. Posteriormente, fundó su propia consultora, Sansom Capital Advisors, antes de regresar al país durante el gobierno de Mauricio Macri, donde ocupó cargos clave en el Ministerio de Finanzas y el directorio del Banco Central. En la actual gestión, se consolidó como un negociador central en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Su ascenso a la Cancillería dista de ser fortuito. El presidente Milei busca una diplomacia que hable el idioma de Wall Street y que esté en sintonía con los intereses del Tesoro de los Estados Unidos. Hasta el momento, la influencia de JP Morgan se concentraba en el área económica, con una pléyade de exejecutivos del banco ocupando posiciones claves. Ahora, este influjo salta al máximo nivel de la representación internacional del país.

La carrera de Quirno está marcada por su participación en operaciones de endeudamiento controversiales. Fue uno de los arquitectos del récord de deuda contraída con el FMI durante el macrismo y un promotor de los proyectos de Participación Público-Privada, criticados por priorizar los beneficios del sector financiero sobre las necesidades del Estado. Su historial incluye la polémica emisión del “Bono del Siglo” en 2017, una operación secreta con grandes bancos internacionales que fue posteriormente cuestionada por la Auditoría General de la Nación por carecer de una estrategia de financiamiento coherente.

La noticia de su designación fue celebrada con entusiasmo desde el entorno más cercano al presidente. Santiago Caputo, influyente asesor, la calificó en sus redes sociales como una “excelente decisión”, afirmando que Quirno será “una pieza clave” para instrumentar la visión de Milei. El apoyo se replicó de inmediato en la patrulla digital oficialista.

La llegada de Quirno al Palacio San Martín también pone de relieve una saga familiar profundamente arraigada en el poder financiero. Nieto de un fundador del Partido Conservador Popular, su linaje habla de una continuidad en las elites. Uno de sus hijos, Pablo Quirno Jr., con apenas 26 años, fue designado en un cargo diplomático durante la administración de Macri, para luego convertirse en director financiero de Brubank, entidad que obtuvo su autorización con la ayuda de su padre. Otro de sus vástagos, Marcos, se incorporó a JP Morgan en Estados Unidos durante la gestión de su progenitor.

Con este bagaje, Pablo Quirno asume la Cancillería en un momento crucial. Su misión, según el Gobierno, será “construir alianzas internacionales” para consolidar la “reinserción de la Argentina en Occidente”. En la práctica, su nombramiento consolida un gabinete donde la diplomacia y las finanzas parecen fundirse en una sola hoja de ruta, sellando una alianza inquebrantable entre la Rosada y los intereses de la banca global.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

32k