Clausura de Campaña en Rosario: Milei Afianza su Apuesta con un Discurso de Fuerte Tensión Ideológica

Clausura de Campaña en Rosario: Milei Afianza su Apuesta con un Discurso de Fuerte Tensión Ideológica

Bajo el lema de una cruzada contra el «fantasma del comunismo», el Presidente congregó a su base en un acto final marcado por la polarización. Mientras, una movilización social de repudio se desplegó en las inmediaciones, evidenciando el profundo clima de grieta que rodea la jornada electoral.

Con el telón de fondo de una ciudad simbólica por su compleja realidad social y su violencia, el presidente Javier Milei eligió Rosario para dar por finalizada la campaña nacional de La Libertad Avanza. El encuentro, desarrollado anoche en el parque de la Independencia, se transformó en un escenario de fervor militante y de un discurso presidencial que no eludió la confrontación, cargando las tintas contra la oposición y delineando una batalla cultural de proporciones épicas. La presencia de una gran parte de su gabinete, en vísperas de una anunciada reestructuración, otorgó un marco de respaldo institucional al cierre.

El mandatario arribó durante la tarde para alojarse en el hotel Ros Tower, donde mantuvo un encuentro reservado con dirigentes, postulantes y funcionarios de su espacio. El acto central dio inicio pasadas las ocho de la noche, con la presentación protocolar de los candidatos al Congreso. La figura más destacada y el único orador invitado, además del propio Presidente, fue el joven rosarino Agustín Pellegrini, quien conduce la boleta libertaria en Santa Fe. Desde el atril, Pellegrini agradeció la concurrencia y delineó una dicotomía irreconciliable: “Se enfrentan dos modelos de país: el del kirchnerismo, que nos dejó al borde del abismo hiperinflacionario, y el del presidente, que convertirá a la Argentina en una potencia mundial”.

Posteriormente, y bajo la atenta mirada de su hermana Karina Milei y de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el Presidente descendió las escalinatas del parque para subir al escenario. Una vez allí, desplegó su habitual batería de argumentos para defender la gestión. “Somos el primer gobierno liberal libertario no sólo de Argentina, sino de la historia mundial”, proclamó con énfasis. En un pasaje central de su alocución, cargó contra el Poder Legislativo: “A pesar de un Congreso destituyente que atacó incansablemente el programa de gobierno, llegamos de pie a estas elecciones y, a partir del domingo, la Argentina va a cambiar en serio”. Su discurso omitió referencias directas a las candidaturas legislativas y evitó toda mención a los recientes escándalos por corrupción que han sacudido a su administración.

Las críticas más agudas estuvieron reservadas para el final, con un mensaje dirigido específicamente a Rosario. “Elegimos esta ciudad porque es la más castigada por estas décadas perdidas y porque es la que más puede florecer si implementamos las reformas pendientes. Nació para ser grande, pero fue condenada al fracaso por años de políticas diseñadas para el saqueo”, afirmó. En un giro aún más áspero, señaló que Santa Fe está “acechada por el fantasma del comunismo” y apuntó directamente contra la candidata de Fuerza Patria, Caren Tepp, a quien tildó de “usurpadora de tierras” que impulsa objetivos “castrochavistas”. De manera velada, pero no por ello menos clara, también cuestionó al gobernador radical Maximiliano Pullaro, al sostener que en los momentos cruciales de la historia, “quienes se muestran tibios se convierten en cómplices de los exterminadores de la sociedad”.

El Repudio en las Calles

En un contrapunto casi perfecto, y mientras los simpatizantes libertarios colmaban el acto oficial, una amplia columna de organizaciones sociales, sindicales, políticas y estudiantiles se congregó en la Plaza de la Cooperación. La convocatoria, explícitamente planteada como un repudio a las políticas del Gobierno nacional, se movilizó hacia la zona del río, donde un imponente operativo de seguridad, compuesto por más de setenta gendarmes, bloqueó su avance, tras lo cual la manifestación se disolvió de manera pacífica.

Entre los gremios movilizados se encontraron los transportistas agrupados en la Confederación de Trabajadores del Transporte (Catt) de Rosario. “Para nosotros no es una contramarcha. Es una expresión de repudio, como las que realizamos cada vez que este gobierno se presenta en nuestra ciudad. No podemos permanecer al margen”, explicó Edgardo Arrieta, referente del organismo. Por su parte, Federico Gayoso cuestionó con dureza: “Que un gobierno que ajusta, recorta salarios y destruye la salud y la educación, venga a cerrar su campaña a nuestra ciudad, que tanto sufre, no es más que una provocación”. La jornada rosarina dejó así, una vez más, una imagen dividida de la Argentina, con dos realidades paralelas que se miran con recelo y se preparan para una batalla electoral definitoria.

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