La entrada en vigor de una actualización impositiva ordenada por el gobierno nacional elevará el precio de los combustibles en surtidor, en el marco de una tendencia recesiva que ya refleja una merma sostenida en el consumo durante los últimos meses.
Un nuevo golpe al bolsillo de los consumidores se hará efectivo a partir de este sábado 1° de noviembre, tras la publicación en el Boletín Oficial del Decreto 782/2025, firmado por el presidente Javier Milei. La normativa dispone una actualización trimestral de los gravámenes que inciden sobre los combustibles, lo que se traducirá en un incremento inmediato en el valor final de la nafta y el gasoil.
La medida implica una revisión al alza tanto del Impuesto a los Combustibles Líquidos como del Impuesto al Dióxido de Carbono, ajustados conforme a la evolución del índice inflacionario medido por el INDEC. Según lo establecido, el litro de nafta experimentará un aumento de $15,56 por el primer concepto y de $0,95 por el tributo ambiental. En el caso del gasoil, el incremento será de $12,64 por litro, a los que se suman $1,44 por el impuesto al carbono. Para las regiones de la Patagonia con tratamiento diferencial, se aplicará un recargo adicional de $6,84 sobre el gasoil.
Estos nuevos valores, que regirán durante todo el mes de noviembre, se incorporarán de forma directa al costo que abonan los usuarios en las estaciones de servicio. Este ajuste se produce de manera independiente a cualquier posible modificación de precios que las compañías petroleras decidan implementar con posterioridad.
El decreto oficial adelanta, además, que a partir del mes de diciembre comenzarán a regir los ajustes pendientes correspondientes a la inflación acumulada durante el año 2024 y los dos primeros trimestres de 2025. No obstante, persiste la incertidumbre sobre si, llegado el momento, el gobierno optará por una nueva postergación parcial de estas subas, una estrategia ya empleada en oportunidades anteriores.
Contexto de Enfriamiento Económico
Este nuevo aumento en los combustibles se enmarca en un escenario económico complejo, donde el sector actúa como un claro indicador de la contracción de la actividad. Las cifras de septiembre pasado confirman esta tendencia: por tercer mes consecutivo, las ventas de combustibles registraron una caída, evidenciando la virtual recesión técnica que atraviesa el país.
Durante ese mes, la comercialización total de naftas y gasoil alcanzó los 1.376.837 metros cúbicos. Si bien esta cifra representa un crecimiento del 4,8% en comparación con septiembre de 2024, en el análisis mensual se observa un retroceso del 3,1% respecto a agosto. El 57% del total correspondió a la comercialización de naftas, que mostró un alza interanual del 7%, impulsada principalmente por un fuerte incremento en la variedad premium (16,2%). Por su parte, el gasoil, que explicó el 43% restante, tuvo un desempeño más modesto, con una suba del 2% interanual, donde la versión premium creció un 12,6% mientras que la común cayó un 4%.
En el panorama de las empresas, YPF consolidó su liderazgo en el mercado con una participación del 55,0% y un crecimiento interanual del 5,1%. Shell se posicionó en segundo lugar, con el 22,6% del mercado y una variación positiva del 0,1%, mientras que Axion, de la empresa PAE S.L., capturó el 12,1% de las ventas, registrando un notable incremento interanual del 7,3%.
