Polémica Reivindicación: El Gobierno Restablece los Nombres de Figuras Históricas Controvertidas en las Escuelas Policiales

Polémica Reivindicación: El Gobierno Restablece los Nombres de Figuras Históricas Controvertidas en las Escuelas Policiales

La ministra Patricia Bullrich anunció la decisión de rebautizar las instituciones formativas con las denominaciones de Ramón Falcón y Alberto Villar, dos personalidades asociadas a etapas oscuras de la historia nacional, generando un intenso debate sobre la memoria y los símbolos de la fuerza.

En una ceremonia cargada de simbolismo, desarrollada en la Plaza de Armas de la Escuela de Cadetes, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, proclamó la restitución del nombre del coronel Ramón Falcón a la escuela de formación de la Policía Federal, sustituyendo la actual denominación que rinde homenaje a Juan Ángel Pirker. Paralelamente, confirmó que la escuela de suboficiales adoptará la identidad de Alberto Villar.

Durante su alocución, Bullrich subrayó que la institución educativa tuvo su origen gracias a las gestiones de Falcón, a quien definió como un pilar fundamental en la orientación y creación de la academia. “Por motivos ideológicos, se le arrebató su legado nominal. Hoy instruyo al jefe de la Policía Federal para que se restablezca la verdad histórica. Para nosotros, este principio es innegociable”, afirmó con contundencia, recibiendo una ovación cerrada de los presentes.

La funcionaria no omitió referirse al trágico desenlace de Falcón, recordando que “falleció asesinado por un anarquista de origen ucraniano”, a quien, según su relato, el país “había recibido con los brazos abiertos”. Hizo un llamado explícito a revalorizar a aquellos que, en su visión, sentaron las bases de la fuerza policial.

No obstante, la figura de Ramón Falcón evoca un pasado marcado por la violencia institucional. Militar de carrera y veterano de la Conquista del Desierto, Falcón asumió el liderazgo de la Policía Federal en 1906. Durante su gestión, se caracterizó por una represión severa hacia la protesta social, como durante la huelga de inquilinos de 1907 y la denominada Semana Roja de 1909, episodio que culminó con un saldo de once fallecidos y más de un centenar de lesionados. Su muerte se produjo a manos del joven anarquista Simón Radowitzky, quien arrojó un artefacto explosivo contra su vehículo el 14 de noviembre de 1909.

Alberto Villar, por su parte, está ligado a la tristemente célebre Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), y encontró la muerte en 1974 como consecuencia de un atentado con bomba perpetrado por la organización Montoneros.

Con esta medida, el Ministerio de Seguridad no solo rescata del olvido a dos personajes históricamente cuestionados, sino que también desplaza el reconocimiento a Juan Ángel Pirker, recordado de manera unánime por su aporte a la democratización de la fuerza durante el gobierno de Raúl Alfonsín. La decisión reaviva así una profunda discusión acerca de qué valores y trayectorias deben honrarse en las instituciones del Estado.

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