Con un presente futbolístico opaco y una seguidilla de resultados adversos, el equipo de Marcelo Gallardo enfrenta un momento decisivo en la lucha por su clasificación internacional, en medio de un cambio de autoridades y a días del clásico ante Boca Juniors.
River Plate atraviesa una etapa de profunda incertidumbre. Bajo la conducción técnica de Marcelo Gallardo, el equipo manifiesta una alarmante falta de rumbo en la cancha, agravando su posición en la pelea por un lugar en la próxima edición de la Copa Libertadores. Este delicado panorama se vive mientras las nuevas autoridades del club, lideradas por el recién asumido presidente Stefano Di Carlo, comienzan a tomar las riendas institucionales.
La reciente caída frente a Gimnasia en el Estadio Monumental marcó la tercera derrota consecutiva del equipo en su propio feudo. Si a este dato se le suma la eliminación ante Palmeiras en los cuartos de final de la Libertadores, la imagen se oscurece aún más. El desempeño del conjunto millonaria en los últimos compromisos es decididamente preocupante: de los últimos diez encuentros disputados en todas las competencias, ha cosechado siete derrotas. A esta estadística negativa podría sumársele el empate ante Independiente Rivadavia en la Copa Argentina, que culminó con su eliminación por lanzamientos desde el punto penal.
En la zona de la liga local, River permanece en la sexta ubicación de su grupo. Aunque restan dos fechas por disputarse, el club aún no ha logrado asegurar matemáticamente su pase a los octavos de final de la competencia doméstica. No obstante, conserva cierto margen de ventaja, ya que Gimnasia, ubicado en la novena posición, se halla a cinco puntos, mientras que Sarmiento, en el undécimo lugar, está a seis unidades, aunque este último tiene un partido pendiente que podría acortar distancias.
El verdadero foco de alarma, sin embargo, se enciende al observar la Tabla Anual, el mecanismo más directo que le resta al equipo para asegurar su participación en la Libertadores del 2026. Con Rosario Central ya clasificado y apenas seis puntos en juego, el otro cupo directo se encuentra, por el momento, en poder de su máximo rival, Boca Juniors, quien aventaja a River por cuatro unidades y posee una superior diferencia de goles. La situación es tan crítica que, un simple empate en el superclásico del próximo domingo en La Bombonera, dejaría la posición de Boca fuera del alcance del equipo de Gallardo.
Con 52 puntos, River se ubica tercero en esta tabla, ocupando el lugar de repechaje. Su ventaja es mínima, de apenas un punto, sobre Argentinos Juniors y Riestra. Un atisbo de esperanza para la institución de Núñez reside en que Argentinos Juniors podría abandonar esta pugna si se corona campeón de la Copa Argentina este miércoles, ya que obtendría la clasificación directa y liberaría una plaza.
Completan el panorama equipos como San Lorenzo, que con 49 puntos se ha reintegrado a la disputa tras su victoria ante Riestra. Tampoco pueden dejarse de lado Racing y Lanús, ambos con 46 puntos. Con sus partidos pendientes, ambos equipos tienen la posibilidad de igualar a San Lorenzo y sumarse a la tensa carrera por los últimos cupos disponibles, en un cierre de temporada que se prevé dramático y definitorio para las aspiraciones del club millonario.
