La Albiceleste Sub 17 Escribe su Propia Leyenda en Qatar

La Albiceleste Sub 17 Escribe su Propia Leyenda en Qatar

Con un equipo tejido por historias de origen, superación personal y un amor inquebrantable por la camiseta nacional, el semillero argentino inicia su camino mundialista con el mismo sueño que consagró a sus ídolos.

Qatar se consolida como un escenario de gloria para el fútbol argentino. Tras la conquista mundial en la categoría Sub 20 en 1995 y el título absoluto en 2022, una nueva generación de futbolistas albicelestes llega al territorio con la ambición de forjar su propio legado. Bajo el mando de Diego Placente, esta prometedora Selección Sub 17 no solo se define por su talento en la cancha, sino también por un mosaico de vivencias personales que atraviesan fronteras y enriquecen el espíritu del equipo.

En el corazón de este plantel se entrelazan relatos de jóvenes con raíces en Europa, los llamados «europibes», quienes, pese a haber nacido lejos de la tierra de sus ancestros, llevan a Argentina tatuada en el corazón. Un caso emblemático es el de Can Armando Güner, un alemán de Schwafheim que viste el dorsal 19. Aunque recibió el llamado de Turquía, la sangre de su abuela jujeña y la admiración por figuras como Maradona y Messi inclinaron su decisión hacia la Albiceleste, cumpliendo así el anhelo de defender la camiseta que venera desde la infancia.

El arco argentino también se viste de historias con sabor español. José Alberto Castelau de Roa, nacido en Getafe y con un vínculo contractual con el Real Madrid, eligió el camino de la Selección Argentina siguiendo los pasos de su padre. Este joven guardameta, que ya ha sido parte de experiencias formativas con el combinado nacional y hasta sirvió como sparring para el equipo mayor, comparte la meta con su compañero Alain Gómez, un cancerbero de Tenerife con madre argentina y padre venezolano que defipe los colores del Valencia. Desde la concentración, ambos transmiten un mensaje unánime: «Es un orgullo para los dos representar a Argentina».

Sin embargo, entre tantas historias de identidad y elección, emerge una de profunda fortaleza emocional. Ramiro Tulián, el juvenil de Belgrano, carga con un dolor reciente: la pérdida de su madre, Roxana, ocurrida apenas unos días antes de su convocatoria al Mundial. Lejos de amedrentarse, Tulián transformó su pena en coraje y, en el partido debut, fue uno de los goleadores en la victoria ante Bélgica. «Mi mamá fue una ayuda incondicional para mí desde chico», declaró conmovido al finalizar el encuentro, «ella me dio una mano para hacerlo». Su gol fue un homenaje que trascendió el juego.

Tras un inicio triunfal que le permitió sumar tres puntos cruciales, el equipo mira al futuro inmediato. El próximo desafío será el jueves desde las 10.30 horas contra Túnez, un partido donde una victoria clasificaría al equipo directamente a los octavos de final. El cierre de la fase de grupos llegará el domingo frente a Fiji, desde las 9.30 horas. Con un grupo unido por la diversidad de sus orígenes y una fe inquebrantable, la Sub 17 argentina busca tallar su nombre en la historia de Qatar.

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