La CGT enfrenta su primera grieta interna tras la renovación de su cúpula

La CGT enfrenta su primera grieta interna tras la renovación de su cúpula

Tensiones en la central obrera por la exclusión de sectores dialoguistas en las decisiones clave. Advierten con crear una mesa paralela si no son incorporados.

La Central de los Trabajadores Argentinos atraviesa su primer conflicto interno desde la conformación del triunvirato que asumió el pasado 5 de noviembre. La disputa se desató a raíz de la continuidad de un esquema de decisiones concentrado en un grupo reducido de dirigentes, lo que generó fuertes quejas entre sectores que esperaban una mayor apertura.

Este lunes se reunió la tradicional “mesa chica”, integrada por ex secretarios generales como Héctor Daer y Hugo Moyano, junto al actual triunviro Jorge Sola y referentes del espacio independiente, como Andrés Rodríguez de UPCN. El encuentro buscaba delinear la estrategia para la reunión del martes con diputados de origen sindical, donde se analizaría la oposición a la reforma laboral impulsada por el Gobierno. Sin embargo, la exclusión de otros gremialistas provocó un inmediato descontento.

Entre los más afectados por la falta de convocatoria se encuentran Sergio Sasia, de Unión Ferroviaria, y Guillermo Moser, de Luz y Fuerza. Ambos habían respaldado la nueva conformación del triunvirato con la expectativa de que se abrieran los espacios de decisión a nuevas voces. Forman parte del sector autodenominado “Agenda Siglo XXI”, que reúne a dirigentes de grupos dialoguistas ya disueltos, como el MASA de Omar Viviani, el Semun de Sasia o el Frente Sindical por el Modelo Nacional, liderado por Pablo Moyano.

Frente a este malestar, Cristian Jerónimo, otro de los integrantes del triunvirato y cercano a Gerardo Martínez, mantuvo un encuentro con Sasia y Moser este martes. Este grupo fue clave para asegurar la nominación de Jerónimo al frente de la CGT, a pesar de las resistencias que generaba por su pasado como colaborador de Pablo Moyano en conflictos internos de gremios como la UTA. También forman parte de esta corriente Juan Pablo Brey, de aeronavegantes, y Norberto Di Prróspero, del sindicato de empleados legislativos, entre otros.

El tono de la reunión fue de reclamo y advertencia. Uno de los referentes de Agenda Siglo XXI exigió ser incluido en los círculos de decisión y advirtió que, de lo contrario, crearán su propia “mesa chica” para disputar poder con los históricos, identificados con Daer y Sola. Para respaldar su postura, aseguraron que el sector ya representa alrededor del 30% de la nueva composición de la central obrera.

Más allá de su capacidad real de influencia, los dirigentes de este espacio insisten en promover un perfil más dialoguista para la CGT, una línea que también defiende Gerardo Martínez. El líder de la Uocra, único miembro del Consejo Directivo de la central que integra el Consejo de Mayo, ha manifestado en varias oportunidades que la reforma laboral propuesta por el Gobierno será confrontada, aunque sin cerrar los canales de diálogo hasta el último momento.

En paralelo a las tensiones internas, la CGT ya inició contactos con gobernadores para explorar alternativas de oposición a la reforma laboral. Tras la gestión de Jerónimo con el cordobés Martín Llaryora, esta semana se sumaron los mandatarios patagónicos Ignacio Torres (Chubut), Claudio Vidal (Santa Cruz) y Rolando Figueroa (Neuquén). En los próximos días, el triunvirato buscará extender sus vínculos con bloques legislativos opositores y otros gobernadores, al tiempo que reforzará la presencia de sus dirigentes en conflictos sindicales activos, con el objetivo de mostrar mayor cercanía con los sectores en crisis.

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